Después de la lluviosa jornada del viernes, en la que San Román de los Montes se convirtió en un auténtico Arca de Noé, salió un sol impresionante sobre la Sierra de San Vicente permitiendo a los 300 valientes bikers disfrutar del buen tiempo y de una espectacular Jarra y Pedal, la marcha MTB no competitiva que se ha consolidado como una de las citas deportivas más interesantes de la comarca. Y con nueve ediciones a sus espaldas, el CD Jarra y Pedal al frente.
Las lluvias previas dejaron un terreno espectacular, un circuito disfrutón que recorría en gran parte la Senda de Viriato, un poco peligroso en alguna zona de piedra, pero sin presencia de barro. Por delante, dos opciones para vivir la montaña: una ruta corta, de 41 kilómetros. y 950 metros de desnivel, y una ruta muy dura y técnica de 60 kilómetros y 1450 metros con dos rampas largas del 20 por ciento; recorrido exigente que sufrieron los participantes pero que se caracterizó respecto a otras ediciones en una menor pelea por delante y más opciones de recrearse en la marcha en sí, con una llegada muy escalonada al Polideportivo de los Trilladores, cumpliendo siempre los plazos horarios. Entre los participantes, grupos de amigos, parejas e incluso un nombre propio como el de David Arroyo, para conseguir uno de los objetivos fundamentales de la marcha: disfrutar de estar con los amigos, del espíritu no competitivo de esta MTB y del gran ambiente deportivo generado en torno a la Jarra y Pedal, algo que a veces se queda fuera por el espíritu competitivo que caracteriza a los ciclistas.
En palabras tanto de participantes como de la organización, «un espectáculo para el MTB», con sendas rebuscadas y un recorrido muy atractivo, al que se sumó un completo avituallamiento, y que estuvo rematado por la popular y tradicional comida final a base de judías, huevos, helado y mucha cerveza, regados por el sorteo de numerosos lotes de regalos y la actuación de la cover band Bloodymaries que se prolongó hasta las diez de la noche. Y para los más competitivos, un tramo Strava que permaneció secreto y que premió a los más rápidos en modalidad masculina, femenina y E-bike.
Destacar de la jornada la buena sintonía con los cazadores de una montería con la que compartían permisos administrativos, retrasando unos la salida de los perros y acortando otros el punto de corte, generando una buena convivencia y armonía en el monte. El club MTB Jarra y Pedal no quiso dejar de agradecer a los participantes su fidelidad a la carrera y, sobre todo, el trabajo del más de medio centenar de voluntarios. Entre los agradecimientos, no olvidan a Protección Civil de Castillo de Bayuela y de El Real de San Vicente, además de los ayuntamientos, encabezados por el local de San Román de los Montes, que además subvencionó las judías y la batucada a cargo de Son de Batucar, de Talavera, que esperaba a los participantes en línea de meta.
Desde el club Jarra y Pedal ya están trabajando en una décima edición que se anuncia especial, con importantes novedades que darán un giro de 180 grados a esta peculiar marcha MTB.