Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Las propuestas de Feijóo

15/04/2022

De celebrarse ahora las elecciones generales el PSOE volvería a formar gobierno y su candidato a ocupar La Moncloa si se siguiera la última sugerencia puesta en circulación por el líder del PP; Alberto Núñez Feijóo para que gobierne la lista más votada, como si el español fuera un sistema electoral mayoritario. Pero no se sabe muy bien si ello conllevaría que el principal partido de la oposición se comprometiera a deja gobernar al nuevo Ejecutivo o si este tendría que volver a apoyarse en los partidos minoritarios para sacar adelante sus proyectos, con lo que la iniciativa no tendría mucha virtualidad para lograr que los grandes partidos no tuvieran que depender de los otros partidos que se encuentran en su ecosistema, sean de ultraderecha o independentistas.  

Según el barómetro del CIS, el PSOE volvería a ganar las elecciones por encima del PP, al que los escaños que le proporcionaría Vox le aproximaría a la mayoría absoluta. Otras encuestas directamente dan a estos dos partidos un número de votos por encima de los 176 y el acceso de Núñez Feijóo a La Moncloa. Con su propuesta, el líder del PP hace unas ciertas trampas en el solitario y reedita una propuesta que ya lanzaron sus predecesores cuando los populares eran como los kurdos de la política nacional, el partido sin amigos, que no encontraba a ninguna formación que quisiera pactar con ellos, y por tanto perdía el poder autonómico o local si no alcanzaba la mayoría absoluta. Esa actitud se debía a que en los momentos en los que el PP formó gobiernos de coalición trataba de fagocitar a sus socios. Esa actitud ha pervivido en su ADN, o sino, que se lo pregunten a Ciudadanos, a los que primero trató de atraer con la propuesta de España Suma y más adelante, cuando el partido naranja se despeñó, tratando de quitarle cuadros y militantes. Por no hablar de la traición directa sufrida por esa formación en Castilla y León con el adelanto electoral que finalmente ha dado entrada a Vox en un gobierno autonómico por primera vez.    

Todas las encuestas, como es lógico, recogen el 'efecto Feijóo'. La llegada de un nuevo líder sirve para levantar el ánimo a unos votantes que lo tenían alicaído con el liderazgo de Pablo Casado -al que no veían la suficiente solidez como para ganar a Pedro Sánchez- y ha sido acogida con entusiasmo o con benevolencia por los votantes tradicionales del partido e incluso por aquellos que se encuentran en los campos colindantes. A partir de ahora sus decisiones serán determinantes para consolidar su ascenso, o para hacer que caiga su valoración si no transmite confianza o comete errores de bulto. O cómo valora la ciudadanía el pacto firmado con Vox. Algunos integrantes de máxima confianza de su nueva ejecutiva han comenzado la labor de blanqueo de Vox, pese a la falta de definición al respecto del propio Feijóo, y pese a los empellones de Díaz Ayuso.    

Sus propuestas económicas están basadas en la oferta de una bajada generalizada de impuestos, el caramelo fiscal que hará llegar a Pedro Sánchez para su estudio a pesar de que algunas de sus propuestas él mismo sabe que son de difícil aplicación. Por ahora, Feijóo ha situado la economía en el centro de sus prioridades, soslayando otra de las promesas que también hizo ser un fiel cumplidor de la Constitución. Parece que, como su predecesor, también pone excusas para no renovar el Consejo General del Poder Judicial.