Un Record Guinness muy grande, en miniatura

Leticia G. Colao
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Los jueces del Guinness World Records han certificado esta marca de construcción de 4.147 sillas en miniatura que Eladio Rivero inició durante su etapa en la ciudad de Talavera.

Un Record Guinness muy grande, en miniatura - Foto: L.T.

La ciudad de Torrevieja ha vivido recientemente la consecución de un Récord Guinness con la certificación de un reconocimiento digno de aplauso. Después de 28 años de trabajo, esfuerzo y paciencia, mucha paciencia, Eladio Rivero Sánchez ha logrado «un sueño» perseguido durante mucho tiempo, e iniciado en Talavera.

Fue aquí, en la ciudad, donde empezó con una afición que le ha llevado más allá. Con mucho esmero, Eladio ha conseguido el Guinness de los Récord con sus 4.147 sillas en miniaturas construidas en casi tres décadas.

Fue en los años 80 cuando Eladio llegó a Talavera. Aquí permaneció durante 15 años con su familia, y entre sus logros, aún conocidos, poner en pie el famoso bar-cafetería de Los Tres Olivos, actualmente churrería en una populosa zona de la ciudad.

Un Record Guinness muy grande, en miniaturaUn Record Guinness muy grande, en miniatura - Foto: L.T.Sus problemas de salud le llevaron a una jubilación anticipada, momento en el que inició una labor que necesita de pericia y habilidad, destrezas en la que es un campeón. Recuerda que fue hace 28 años cuando, jugando con sus hijos, una silla se rompió, momento del que surgió su larga y creativa afición.

Durante este tiempo, y tras tener que trasladarse a Torrevieja, precisamente por problemas de salud y a la búsqueda de un mejor clima, un amigo le propuso presentarse al Guinness, «hace ya ocho o diez años», objetivo que le hizo especial ilusión y para lo que se ha estado preparando en los últimos tiempos. «Cuando me lo propusieron solo tenía unas 1.600 sillas y después he construido las demás», explica Eladio.

La exposición de sus sillas, con medidas de entre 1 y 30 centímetros de alto, se realizó en el Centro Municipal de Ocio (CMO) de Torrevieja. Los nervios acompañaron a Eladio durante toda la jornada, cuando los jueces, Víctor Fenés y Anouk De Timary, comenzaron a certificar que el producto era válido.

Entre los criterios a valorar, que todas fueran reconocidas como sillas, es decir, que tuvieran cuatro patas, asiento y respaldo, y que tuvieran un máximo de 30 centímetros de alto y 20 de ancho. 13 de ellas no cumplían estos requisitos y fueron eliminadas del concurso.

Durante el evento, el mismo Eladio debió hacer una pequeña demostración de su destreza, dando forma a una de estas sillas en directo, comprobando además que él era realmente su creador.

Unos minutos después, y tras comprobar y analizar una a una las 4.147 miniaturas, uno de los adjudicadores del Guinness World Records, certificó que Rivero era merecedor del título por la mayor exhibición de sillas en miniatura, lo que aprovechó para, nada más recibir una copia el diploma, tirarse al suelo como ejemplo del esfuerzo realizado.

Junto a él, su familia, muy orgullosa de su hazaña, vecinos del municipio alicantino además del alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, acompañado de la concejala de Gente Mayor, Inmaculada Montesinos, el concejal de Cultura, Antonio Quesada, y el edil de Seguridad y Emergencias, Federico Alarcón.

Una cada 30 minutos. Aunque parezca difícil, y lo es, Eladio hace una de estas sillas en apenas 30 o 40 minutos. Para su elaboración no necesita de muchas herramientas, taladro y navaja, y como materiales, rafia para el asiento y «palos del campo», indica en declaraciones a La Tribuna. Muchos de ellos, de las primeras sillas que elaboró, proceden de la zona natural de La Portiña, que visitaba para disfrutar del entorno y a la vez, traerse la materia prima para sus curiosas elaboraciones.

El diseño de las sillas es prácticamente el mismo, cambiando las medidas. Lo que sí es diferente es el asiento, de rafia y en variados colores, y el respaldo. «Es muy raro que haya una igual», concreta.

Su silla favorita no estaba expuesta para el Guinness Récord. La llevaba Eladio colgada en su cuello y medía menos de un centímetro, una auténtica joya artesana.  

Su maña y habilidad le ha llevado a ostentar un Guinness Record, más de 4.100 sillas que, cuando no están expuestas, tienen difícil cabida en casa. «Las tengo metidas en cajas de plástica, más de 30 cajas tengo», reconoce.

Eladio Rivero lidera un nuevo récord mundial sustituyendo al anterior, que se quedó en unas 3.000 sillas. No obstante, estas no eran fabricadas por el protagonista del  Récord sino que formaban parte de una colección, sillas compradas que, por supuesto, no tienen el mismo mérito que la nueva certificación mundial.

La habilidad y destreza tiene aquí todo el peso en la creación artística, aunque ésta se limite a pocos centímetros. En este caso, cuanto más pequeño, más grande.