Una inmensa marea violeta se revuelve contra la desigualdad

Leticia G. Colao
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La multitudinaria manifestación por el Día Internacional de la Mujer, con más de 2.000 personas, reivindicó igualdad de derechos, libertad e independencia unidos en una lucha colectiva

Una inmensa marea violeta se revuelve contra la desigualdad - Foto: Manu Reino

La celebración del Día Internacional de la Mujer regresó ayer con fuerza a las calles de la ciudad. Sin las divisiones que se presentan a nivel nacional, todas a una y envueltas en la bandera violeta, las mujeres pero también muchos hombres, reivindicaron una igualdad real y la lucha por unos derechos ya adquiridos «que no se tocan».

Alrededor de 2.000 personas  dieron forma a la multitudinaria manifestación convocada por la Plataforma Feminista de Talavera, donde se dio protagonismo a las trabajadoras de servicios de limpieza y de Ayuda a Domicilio (SAD) por el bloqueo del convenio, caso que consideran ejemplo de machismo y brecha salarial, y a las que mostraron su solidaridad.

Entre los presentes, muchas niñas y jóvenes, portando pancartas divertidas y ocurrentes pero con mucho sentido, y numerosos representantes públicos. La concejala de Igualdad y Perspectivas de Género, Flora Bellón, lideró la representación municipal junto a compañeros del equipo de Gobierno, y el delegado provincial de Bienestar Social, Maxi Hernández.

Una inmensa marea violeta se revuelve contra la desigualdadUna inmensa marea violeta se revuelve contra la desigualdad - Foto: Manu ReinoAsistieron también José Luis García Gascón, candidato de Unidas Podemos CLM a la Presidencia de la Junta, y el coordinador regional de IU, Juan Ramón Crespo.

«Hoy, 8 de marzo, millones de mujeres en todo el mundo salimos a las calles a defender y luchar por nuestros derechos, pero también por la paz, la dignidad de todas las personas y por un planeta sano», se iniciaba un manifiesto que se leyó en la plaza de San Francisco, lugar de donde salió la marcha sobre las 19,50 horas de la tarde. Por el recorrido establecido, el grito fue unánime en defensa de las mujeres y sus derechos y, por supuesto, contra la violencia machista en todas sus formas: física, psicológica, económica y sexual.

«No estamos todas, faltan las asesinadas», fue uno de los cánticos recurrentes durante el recorrido, que también tuvo su continuidad en el manifiesto. «Somos violentadas y asesinadas, habiendo aumentado peligrosamente la violencia y los feminicidios en los últimos meses», recordaba el texto ante una de las más sangrantes formas de desigualdad entre hombres y mujeres.

Una inmensa marea violeta se revuelve contra la desigualdadUna inmensa marea violeta se revuelve contra la desigualdad - Foto: Manu ReinoLa manifestación se fue moviendo por Talavera guiada por cuatro pancartas y acompañada de cánticos y carteles, algunos clásicos frente a otros originales y creativos. «Sola y borracha quiero llegar a casa» fue uno de los gritos, con textos como 'Patriarcado es Juana La Loca y Felipe El Hermoso', 'Mi falda no es corta, tú educación sí' o 'Lo contrario al feminismo es la ignorancia'.

Las diferentes brechas de género también alzaron la voz como cada 8 de Marzo. No solo salariales o laborales, donde las mujeres asumen «empleos más duros y peor remunerados, además de cargar con las tareas de cuidados y del hogar», sino también brechas en el mundo político, digitales, de pensiones o salud.

Algunos mensajes se acordaron de la extrema derecha, «avalados» por el machismo y el patriarcado, decía el texto oficial, «siendo la excusa perfecta para intentar mantener a las mujeres en una posición de desventaja». En este sentido, no se olvidaron de las oscuras realidades que aún se sufren en países como India, Siria, Afganistán o Irak, donde las mujeres siguen siendo asesinadas, violadas, esclavizadas y mutiladas «sin ningún pudor».

En España, estas políticas buscan retroceder en los avances ya logrados, avances que también se reivindicaron por la marcha violeta. Lo hacen para «celebrar la valentía de todas las mujeres que nos precedieron a lo largo de la historia y que lucharon por nuestros derechos civiles, políticos y sociales».

Por ello, y citando a Simone de Beauvoir, referente del feminismo, animaron a «no olvidar jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados», algo contra lo que aseguran estarán «vigilantes».