El placer de comer como un auténtico hidalgo

La Tribuna
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Castilla-La Mancha ofrece un tour gastronómico donde el campo, el monte y la huerta están presentes en cada plato

El placer de comer como un auténtico hidalgo - Foto: ©Azafrán. Raíz Culinaria Castilla La Mancha

Una manera de conocer bien Castilla-La Mancha es hacerlo a través de sus sabores. Los lugares de La Mancha que inspiraron a Miguel de Cervantes para escribir su Quijote suponen una magnífica oportunidad para disfrutar de la tierra de los molinos de viento y degustar su gastronomía popular, aquella que se ha transmitado de padres y madres a hijos e hijas a lo largo de los siglos. Las migas, las gachas, el pisto, los gazpachos manchegos, la caldereta de cordero y los duelos y quebrantos, entre otras creaciones tradicionales, son imprescindibles en un tour gastronómico en el que el campo, el monte y la huerta están presentes en cada plato, y donde el vino y el queso cobran un protagonismo especial.

En Tomelloso, en pleno corazón de La Mancha, damos el pistoletazo de salida a una ruta gastronómica que no dejará indeferente a los comensales. Tras conocer todos los valores y tradiciones que su historia le aporta, haremos una parada en Marquinetti para probar las pizzas de Jesús Marquina, un auténtico maestro pizzero que ha logrado ser campeón del mundo de la especialidad en cinco ocasiones. Una pizzas que, pese a ser de origen italiano, tienen un claro toque de distinción manchego. La calabaza, la perdiz, el queso y las setas no faltan en su carta. Italia y La Mancha se dan la mano en este afamado restaurante.

A pocos kilómetros de allí, en Campo de Criptana, hacemos parada en Las Musas, un restaurante en el que sentirse auténtico quijote entre gigantes. Tras visitar sus icónicos molinos, repondremos fuerzas con una cocina que está basada puramente en la gastronomía manchega, equilibrando tradición y modernidad, respetando la materia prima, pero sacándole un nuevo partido. La perdiz en escabeche, las migas, las gachas y el cordero lechal son platos imprescindibles en este peculiar restaurante. Tras la comida, podremos disfrutar de sus impresionantes cuevas, donde tomarnos un café o un cóctel.

El placer de comer como un auténtico hidalgoEl placer de comer como un auténtico hidalgo - Foto: ©La Aguzadera. Raíz Culinaria Castilla La ManchaTras visitar enclaves tan quijotescos como Alcázar de San Juan, El Toboso y Mota del Cuervo, la parada y fonda la haremos en la localidad toledana de Quintanar de la Orden, en el restaurante El Granero. Más de 50 años avalan a esta antigua casa de comidas manchegas que mantiene el espíritu de servicio desde sus inicios. Productos de calidad, cocina esmerada y buen trato al cliente son sus señas de identidad. En su carta destacan los platos de caza, pero no puede faltar tampoco el cordero manchego, regado por un vino de la tierra.

El vino es una de las esencias de la Ruta del Quijote. Por ello, Villarrobledo es parada obligatoria. Más de 30.000 hectáreas de viñedo, conformadas por unas 48 millones de cepas de vid, han convertido a esta localidad albaceteña en el mayor productor de uva y vino del mundo. En esta ocasión, la estación gastronómica será el restaurante Azafrán, un espacio en el que la cocina manchega es la protagonista, aunque adaptada a la actualidad y respetando los productos autóctonos, como son las hortalizas, verduras y setas de la tierra, el cordero manchego, los quesos de oveja y las carnes de caza menor.

La ruta continúa por la tierra roja que recorrieron grandes literatos españoles como Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Lope de Vega y Jorge Manrique. Hablamos del Campo de Montiel. Después de pasear por las calles de Villanueva de los Infantes y conocer a través de ellas todos los tesoros arquitectónicos que esconde, emprendemos viaje hacia Torre de Juan Abad. Allí, el chef José Antonio Medina nos sorprenderá en El Coto de Quevedo, un restaurante con estrella Michelin. Ofrece una cocina tradicional actualizada, de marcadas raíces manchegas y que trabaja mucho el producto cinegético desde una perspectiva contemporánea que sorprende por sus incursiones en la culinaria francesa e internacional.

- Foto: ©Las Musas. Raíz Culinaria Castilla La ManchaY sin dejar el Campo de Montiel nos topamos con La Caminera, un hotel campestre sinónimo de tranquilidad y exclusividad. En su interior descubriremos el restaurante Retama (Torrenueva). Galardonado también con una estrella Michelín y un sol Repsol, este establecimiento hostelero rinde un vanguardista homenaje a la cocina manchega y a los productos de la tierra. Cada bocado y cada sorbo cuentan una historia. Las recetas y productos locales conviven con técnicas y sabores de otras culturas.

Tras recorrer el Campo de Montiel, aterrizamos en Valdepeñas, de nuevo en tierra de vinos. Después de visitar el Museo del Vino, saciaremos nuestra sed y apetito en La Aguzadera, un establecimiento con una cocina cuyo ADN son los productos frescos: verduras y frutas de la huerta, carnes de la región y pescados de las lonjas del norte y del sur de España. La propuesta gastronómica es tradicional de la zona, con esencia a tradición y raíces.

Más fotos:

- Foto: ©Marquinetti. Raíz Culinaria Castilla La Mancha
- Foto: ©Mesón Octavio. Raíz Culinaria Castilla La Mancha

El punto y final a nuestra particular ruta gastronómica quijotesca lo pondremos en Ciudad Real. En la capital manchega, los hermanos García Castro, del Mesón Octavio, apuestan por los productos de kilómetro cero. La huerta, los guisos y la carne de caza son los grandes básicos de la carta de este restaurante que se ha convertido en una referencia gastronómica de la región.