Jorge Jaramillo

Mi media Fanega

Jorge Jaramillo


Los posos del tinto

06/03/2023

Con el mes de marzo, el sector vitivinícola regional llega al ecuador de una dura campaña de comercialización por la Guerra, al mismo tiempo casi que una parte del planeta empieza a vendimiar. El ciclo de los países productores del hemisferio norte y sur es como el sinfín de cualquier cooperativa que cuando gira para recibir la carga del remolque de uvas, apenas deja ver dónde empieza y dónde terminan las muescas metálicas hasta que el operario lo frena en seco.
La reunión sectorial de las bodegas cooperativas de Castilla -La Mancha, celebrada esta semana en La Roda, en Albacete, deja un diagnóstico todavía algo turbio por el peso de los tintos, o al menos poco nítido de la situación real que hay en los depósitos; y ello a pesar de la preocupación que manifestaron algunas de las asociadas por los volúmenes 'atascados' a estas fechas.    
Por suerte, los blancos y rosados van mejor, aunque en el caso de las grandes empresas cooperativas, la situación contrasta al no ser tan mala, ni siquiera en estas variedades gracias a sus mercados de exportación. Es como decir que las ventas tuvieran dos velocidades.
En todo caso, las salidas van más lentas en general; preocupan los precios en bodegas con mercados más cortos frente al movimiento exterior pero hay esperanzas de que todo pueda invertirse. Los datos actualizados de existencias del Ministerio de Agricultura (MAPA) indican que los volúmenes son parecidos en la región a los del año pasado, o incluso más bajos si descontamos el mosto cuya producción ha sido hasta el momento algo superior a los 4 millones y medio de hectolitros, quinientos mil más que en 2022.
A la vista de estos resultados, y según el análisis de los cooperativistas, a excepción de los centros que andan más apurados, piensan que el problema de la campaña no estaría tanto aquí, en Castilla -La Mancha, sino en otras regiones vecinas como Extremadura que por los problemas de comercialización en Portugal -redujo mucho sus compras por el parón en Sudáfrica, por ejemplo-, tienen un millón de hectolitros más, según los datos de los miembros de la sectorial.
También saben que hay problemas en La Rioja, aunque su volumen (250.000 hl más) no represente aparentemente un problema por su política de embotellado, o incluso en Castilla y León (170.000 hl más). Sin embargo, todo suma y temen que les arrastre.
Quizá por todo, la situación tenga ahora poco arreglo hasta que la primavera presente sus cartas, según sean las lluvias de generosas o no, o las heladas quiten kilos de una brotación que aguarda con reservas de agua suficientes del otoño y especialmente de diciembre. Toca esperar y seguramente no perder los nervios para no errar en la partida que suelen jugar con tino los operadores de siempre en estas circunstancias.
Y posiblemente sea difícil contenerse ante cualquier oferta después de tanto tiempo esperándola, pero otra de las mangas la tiene China si reactiva sus importaciones -como creen otros analistas- después de levantar las medidas frente al COVID. Este gigante asiático en el que opera Francia, Italia y desde luego España, tiene en los tintos sus principales compras.
En general, la tercera gran bodega de Europa que representa nuestro sector, alberga 57 millones de hectolitros (según INFOVI), una cifra ligeramente superior a la del año pasado en el mismo aforo. Pero también es cierto que los países del cono sur, especialmente Argentina, traen menos uva (-15%) por la grave sequía que padecen; en una situación similar está también Chile, o dicen también que Nueva Zelanda.
Así que hagan números mientras llega la temporada turística que seguramente pueda ayudar a vaciar depósitos. La vendimia en verde en todo caso, está lista si hubiera que cosechar en julio.