Las cosa está clara: superada la romería del Valle, que, a mi juicio, se ha politizado más allá de lo razonable, entramos en campaña preelectoral, aunque quede más de un año para la cita con las urnas. Ya se habla de candidatos, se barajan nombres y se disparan rumores, aderezados por la urgencia de disipar esa nebulosa gris que paraliza Toledo y la necesidad de impulsar una vida perdida en sus tiempos de gloria. Es obvio que el proyecto para un municipio necesita estar encabezado por una persona que conozca su ciudad, maneje los sentimientos y necesidades de sus vecinos y aporte un proyecto de futuro ante las carencias y problemas que, por desgracia, se cronifican.
Así pues, en nuestra querida Toledo repetirá por el PSOE Milagros Tolón, salvo que los designios de Sánchez le guíen hacia otro destino, algo que ella agradecería y su posible sucesora, Noelia de la Cruz, creo que también. De momento, el tolonismo ha desplegado todas sus bazas para conquistar el partido a nivel local. La señora alcaldesa ha colocado a sus más acérrimos seguidores en la cúpula, ha fulminado toda referencia a Page, el propio Chesco Armenta la dejó por imposible, y ha creado un equipo en el que solo echo de menos, como presidente de honor, al concejal no adscrito, que tantos momentos de gloria ha deparado al equipo de gobierno en esta legislatura. ¡Quién lo iba a decir, procediendo de Vox! Les confieso que miedo me da imaginar siquiera que algunos de los integrantes de esa lista puedan aspirar a tener responsabilidades de gobierno en un futuro. Quita, quita.
A la regidora, estar arropada por sus fieles le llena de orgullo y satisfacción, más que nada porque se siente querida, aclamada e idolatrada y, también, para qué negarlo, porque si no logra revalidar su bastón de mando en la capital, su carrera política quedará dolorosamente herida. Aunque no truncada, que la señora Tolón y los suyos son más resilientes que el mismísimo Pedro Sánchez. Y todo puede pasar en estos tiempos que nos sacuden.
En ascuas nos tiene el PP, que parece ser el único partido llamado a arrebatar a la alcaldesa ese sillón del que tanto disfruta. Los resultados de las últimas elecciones municipales constituyeron un auténtico voto de castigo no sé si a la candidata, Claudia Alonso, o a la formación entera, pero es evidente que habrá un nuevo cabeza de lista para enfrentarse a la férrea maquinaria tolonista. Para reconquistar la capital sobran los enfrentamientos internos y eso lo tiene claro la nueva dirección nacional del PP que ha anunciado que, a no mucho tardar, dará a conocer los nombres de los elegidos para aspirar a regir los Consistorios que se les resisten. Yo tengo claro que si fuera responsable del PP, una posibilidad remota, le ofrecería ese honor a quien más se lo merece, a quien está trabajando desde hace décadas por el partido, a quien conoce las entrañas del Ayuntamiento de Toledo y a quien más ilusión ha mostrado por ocupar ese puesto. Pónganle nombre. Solo hace falta que el resto de formaciones que pueden sumar en una u otra opción, o incluso dar una sonada sorpresa, adelanten el nombre de sus cabezas de lista para que podamos estudiar y reflexionar lo que queremos para Toledo. Y es que, seamos sinceros: este desastre no hay quien la aguante.