El hilo invisible de Sybilla

Agencias
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Maneja los colores como una pintora, crea formas como una escultora y al igual que una ingeniera lleva 40 años confeccionando diseños con maestría y delicadeza, siendo una de las grandes maestras de la alta costura dentro del panorama internacional

El hilo invisible de Sybilla - Foto: Sergio Pérez

Se le atribuye la llegada de la modernidad a España en el mundo de la alta costura. Trajes que danzan de manera delicada, clásicos, minimalistas, de trazos arquitectónicos... Sybilla. El hilo invisible es un homenaje a 40 años de trayectoria de una de las creadoras más relevantes del país.  «Nadie me ha conocido por mi cara, han conocido lo que hago», comenta la diseñadora en un vídeo muy personal, que refleja la esencia de su trabajo y que se puede contemplar al final del recorrido de la exposición que podrá verse de forma gratuita en la sala Canal de Isabel II de Madrid hasta el 15 de enero de 2023.

Sus diseños y sus cuadros son su modo de expresión y su timidez una barrera infranqueable para la prensa, a la que no concede ni una entrevista. Con una cadencia suave, explica a través de imágenes antiguas su modo de trabajo e indica que no mostrarse tiene que ver con el deseo de que Sybilla no se vincule a un individuo sino al grupo de personas que contribuyen a construir el proceso creativo final de sus colecciones.

«Nunca quise ser diseñadora, quería trabajar para amigos», manifiesta Sybilla Sorondo-Myelzwynska, nacida en Nueva York en 1963, pero española de adopción. «Diseñar era una buena excusa para estar juntos, para ganar dinero, para dar trabajo a gente que lo necesitaba y, sobre todo, para vivir experiencias».

El hilo invisible de SybillaEl hilo invisible de Sybilla - Foto: Sergio PérezEl resultado del recorrido son prendas por las que no pasa el tiempo, que parecen fáciles, «aunque no lo sean en absoluto», con las que pretendía que sus clientas hicieran una buena inversión.

 Laura Cerrato es la comisaria de la muestra, una exposición que recorre los diferentes estados creativos de la diseñadora. «La mejor que ha dado nuestro país», comenta.

En ella descifra los códigos que han sustentado las diferentes etapas por las que ha transitado, en las que ha habido una evolución: cambia cortes, colores, estructuras y técnica, «pero siempre es Sybilla».

Más de 80 vestidos procedentes de colecciones particulares, del Museo del Traje de Madrid, Museo Galliera de París, Museo del Diseño de Barcelona o Museo de Moda de Chile, además de zapatos y complementos e imágenes de sus colecciones, diapositivas, invitaciones a desfiles o catálogos, que se pueden contemplar durante todo el recorrido. 

Trampantojos

Sybilla, Premio Nacional de Diseño de Moda 2015 y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, 2014, señala que su proceso creativo es «caótico y forma parte de un juego: Cómo convertir lo que dibujo en algo real». Según apunta la comisaria, para la artista el trabajo concluía cuando la fotografía del vestido estaba impresa, un momento de gran valor y expresión para ella. Prueba de ello es su vínculo con fotógrafos como Ouka Lele, Pepe Lamarca, Javier Vallhonrat, Miguel Oriola o Juan Gatti, bajo su mirada sus diseños pasan a un espacio plástico. 

«Su propuesta no es convencional, sus prendas que están al margen de las tendencias», indica Cerrato, que advierte que plantea la creación como un cuadro, prendas a las que aplica también códigos arquitectónicos y escultóricos. «Crea piezas como trampantojos, no son lo que parecen», comenta señalando algunos vestidos multiposición que pueden lucirse de tres maneras diferentes o un abrigo de botones que se transforma en minifalda.

Su trayectoria tiene como objetivo una concienzuda huida hacia adelante. Trabaja con el negro, pero también tiene rojos, verdes y amarillos en su paleta. Sus siluetas son fluidas, pero también con mucho volumen. Prendas naturales y sencillas conviven con otras sofisticadas, de la misma manera que lo sensual con lo sobrio. Lo extravagante y lo práctico. Donde conviven el humor y la elegancia.