«Soy el banco número 7 de los 12 de este parque, que se encuentran en este estado deplorable. Llevo más de 8 meses esperando que me reparen o sustituyan. Siento no poder ofrecerte comodidad. ¡El Ayuntamiento me tiene abandonado!». Este es el texto que, del 1 al 12, se repite en la docena de bancos que existen en este céntrico parque del barrio de Palomarejos, entre el centro cívico y las antiguas urgencias del Virgen de la Salud.

Con la colocación de folios con estos mensajes, pegados con celofán, la Asociación de Vecinos La Voz del Barrio ha iniciado una sencilla pero llamativa campaña reivindicativa para tratar de convencer al Ayuntamiento para que busque una solución a estos bancos.

Es un mobiliario urbano tremendamente deteriorado, en ocasiones sin baldas de madera en la espalda, en otras, directamente en el asiento, y con todas ellas muy deterioradas por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento y de un barnizado. Más allá de lo estético, la situación puede ser incómoda y hasta peligrosa para los usuarios.

Campaña contra la «desidia» con los bancos de Aquisgrán«Desidia». La Asociación de Vecinos recuerda que ya hace ocho meses que remitió al Ayuntamiento (tanto a la propia alcaldesa, Milagros Tolón, como la responsable de Parques y Jardines, Marta Medina) fotografías de todos los bancos y escritos en los que pedía una solución. Ante la «desidia», lo ha reiterado en los consejos de participación.

Desde entonces, apunta el presidente vecinal, Paco Arce, la única respuesta de Parques y Jardines es que está esperando que lleguen unos nuevos bancos de resina. «El problema es que llevamos ocho meses esperando esos bancos», apunta Arce. Se da la circunstancia de que cuando la Asociación empezó a reivindicar una solución en febrero, operarios municipales sí quitaron tablas rotas, pero desde entonces no se han sustituido. «Aquí no hay ninguna solución y están los bancos en un estado lamentable. El que los vayan a sustituir no impide que esos bancos fueran reparados con listones nuevos. Porque pueden esperar como mucho un mes, ocho no es de recibo, es impresentable por parte del Ayuntamiento», apunta el presidente vecinal.

Arce critica, de hecho, el mantenimiento municipal en diversas partes de la ciudad, como otras asociaciones reiteran de forma reiterada en los consejos. A su juicio, no se trata de hacer obras nuevas, sino de hacer un mantenimiento de la ciudad «que al menos en nuestro barrio deja mucho que desear» y se debería hacer de oficio.