Un proyecto muy esperado y provechoso. El Ecoparque de Toledo acaba de inaugurar una planta de biorresiduos que promete tratar unas 30.000 toneladas al año. Una cifra considerable de la que se aportará una buena cantidad  de compostaje para uso agrícola derivado de los residuos orgánicos y biogás que alimentará a los vehículos de la flota del Consorcio Provincial. Además, Toledo da un paso más en eficiencia y sostenibilidad de la mano de una iniciativa que fortalece el reciclaje y garantiza que en un plazo medio se cumplan con las directrices europeas.

A la inauguración asistieron el presidente de la región, Emiliano García-Page, el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, y el presidente de la Diputación Provincial, Álvaro Gutiérrez, entre otros representantes políticos, y presenciaron un acto sencillo con el que Gesmat, la empresa que gestiona el Ecoparque, dio a conocer el proyecto y los objetivos de cara a la normativa europea para conseguir un 65% de uso de vertido como material de reciclaje y la reducción de los residuos en vaso de un 10%en el año 2035. 

La economía circular volvió a ser protagonista. Escudero aseguró que la inauguración tiene que  permanecer en las retinas como un día señalado y subrayó que la inversión, de unos 5,5 millones de euros, el 80% de fondos europeos y el 20% restante a cargo de la Diputación a través del Consorcio de Servicios Públicos Medioambientales, a los que se suman otros seis millones para el Ecoparque, confirma el compromiso de las administraciones con la provincia de Toledo «y la mejora de la salud de los ciudadanos». En este caso, señaló que una planta de FORM (fracción orgánica de los residuos municipales) como la recién inaugurada genera importantes beneficios al mejorar la recogida de residuos, garantiza su reducción y, sobre todo, su aprovechamiento como combustible a partir de la generación de biogás y de compost. 

Sin embargo, la concienciación ciudadana es clave para lograr los objetivos y el contenedor marrón de residuos orgánicos se convierte en la gran oportunidad para materializar las obligaciones que emanan de Europa y el avance en economía circular. Por tanto, la Junta se ha embarcado en una ambiciosa campaña informativa destinada al uso del contenedor marrón porque el reciclaje en origen se convierte en la pieza fundamental de este engranaje.

Asimismo, el consejero de Desarrollo Sostenible recordó que Castilla-La Mancha «es la primera comunidad autónoma española que ha aprobado la Ley de Economía Circular».

Por tanto, Escudero explicó que  este modelo parte de la hoja de ruta que en su momento se marcó el Gobierno regional de aprovechamiento de los residuos, que contribuye a conseguir mayores réditos económicos y medioambientales. 

Diputación. Las cifras importan y son vitales cuando se habla de reciclaje. El presidente de la Diputación Provincial, Álvaro Gutiérrez, que acompañó al presidente de la Junta, Emiliano García-Page, en su visita a las nuevas instalaciones del Ecoparque, destacó que se trata de un proyecto «de gran envergadura que dará tratamiento a 196 municipios, a una población aproximada de 600.000 habitantes».

En este aspecto, la Diputación, a través del Consorcio de Servicios Públicos Medioambientales, también ha invertido capital con la instalación de 1.100 contenedores marrones específicos para la fracción orgánica en municipios de la provincia y se compromete a habilitar 1.300 contenedores más antes de que finalice el año para que Toledo disponga finalmente de 2.400 contenedores. 

Por su parte, Gutiérrez considera muy beneficioso este avance «en reciclaje y en cumplimiento de las directivas europeas», que posibilita la obtención de biogás como combustible para la flota de vehículos del Ecoparque y el transporte urbano, y compostaje para su comercialización en el sector agrario de la provincia de Toledo. 

Al margen de estas mejoras en la gestión de los residuos en el Ecoparque, incluida la modernización de otras instalaciones en el Ecoparque, las administraciones han apostado, gracias a los fondos europeos 'Next Generation', por la recogida de residuos de aceites de cocina usados y residuos textiles en la provincia. En este último caso, el objetivo es lograr la reutilización y el reciclaje de estos restos y para ello también es necesario nuevas instalaciones, otro reto importante que debe estar materializado antes del 31 de marzo de 2026.