La ansiedad y la depresión conforman el 40 por ciento de los problemas de salud mental entre los jóvenes. Este porcentaje se deslizó esta mañana como una de las preocupaciones de la Federación de Salud Mental, tanto a nivel estatal como regional, al notar un «grave» aumento de los afectados en gente joven, especialmente, en menores de edad. Una problemática que, por suerte, ha dejado de ser tabú en comparación con los años anteriores, pero que sigue siendo invisible, mayormente en ciudades como Toledo, que no cuenta con una asociación específica para trabajar contra esta lacra.

Pese a ello, Toledo sí que apostó por visibilizar a los que diariamente luchan por la Salud Mental y en el Día Mundial que lo conmemora acogió un acto regional en Venta de Aires.Ante un centenar de asistentes, la presidenta de la federación regional, María del Carmen Navarro,  expuso su principal preocupación, el aumento de los problemas mentales entre los jóvenes.  Esta destacó que hay que tomar medidas desde pequeños en los centros educativos, «porque es donde comienza todo», afirmando que una de las causas de los daños en adolescentes es el acoso escolar. 

Navarro puntualizó que fruto de los testimonios de los propios alumnos pueden confirmar que se ha producido un aumento de las agresiones en grupo en los colegios o institutos, que ha pasado «de un 43 por ciento en 2019 al 72 por ciento en 2021». Por ello, desde la federación regional plantean que debe instalarse «cuanto antes» una asignatura de Educación Emocional, lo que creen que «evitaría daños irreversibles a corto y largo plazo».

Otra de las causas de estos problemas entre la juventud son los abusos o agresiones sexuales, lo que genera daños irreparables para cualquier afectado por ello. María del Carmen Navarro añadió un dato que cuanto menos es escalofriante, apuntando que las agresiones sexuales hacia niños proceden, en su mayoría, de alguien conocido con autoridad «como puede ser algún profesor, monitor o cuidador», mientras que en niñas los agresores más comunes proceden del entorno familiar.

A estos factores de riesgo hay que sumarle el consumo de alcohol, de drogas y de otras adicciones como «los videojuegos, las compras, la pornografía o las redes sociales», ennumeró la presidenta de la federación regional. Pero, sin duda, para Navarro a todo lo mencionado hay que sumarle una causa, actualmente difícil de paliar: la «incertidumbre constante» que les rodea. 

El discurso apuntó hacia las dificultades que los jóvenes encuentran hoy en día en cuestiones vitales como encontrar un empleo o poder hacerse con una vivienda, entre muchas otras, lo que provoca que «esa incertidumbre sea un caldo de cultivo para los problemas de salud mental». 

En definitiva, la Federación de Salud Mental celebra que se fomenten actos como el que ha acogido Toledo, pero buscan soluciones y, sobre todo, certidumbre para un colectivo que necesita ser escuchado.