Castilla-La Mancha puede estar orgullosa de sus universitarios. Otra cuestión es que del orgullo no se vive y la recompensa en el mercado laboral a sus años de estudio no sea siempre la deseada. Es una de las conclusiones que se puede sacar del último informe de la Fundación CYD(Conocimiento y Desarrollo) de ‘Las universidades españolas. Una perspectiva autonómica 2020’.
El estudio muestra que el sistema universitario castellano-manchego tiene tirón entre los jóvenes. Es la sexta comunidad con una mayor tasa de ocupación, que se halla calculando el ratio entre la matrícula de nuevo ingreso por preinscripción por plazas ofertadas). Aquí solo quedan ocho de cada cien plazas sin cubrir. Además entre los cursos de 2015-16 a 2019-20 Castilla-La Mancha puede presumir de ser la región en la que más subió la matrícula de nuevo ingreso por preinscripción.
Los jóvenes eligen ir a la Universidad ¿y luego qué tal se les da? Este informe recoge los datos del curso 2018-19 y apunta que, por ejemplo, en Castilla-La Mancha el 72,7% de los egresados (es decir, de los que acabaron titulados) lo hicieron dentro de la edad que se considera ‘típica’, que sería menos de 25 años en estudios de Grado y menos de 30 en Máster y Doctorado. Hay que tener en cuenta, no obstante, que no todos los estudiantes de la región se matriculan dentro de esa edad típica. Sí se encuadran en esas franjas el 55,8% del total de matriculados, un porcentaje que sube considerablemente al mirar los egresados.
La tasa de rendimiento roza el 80%. Se halla calculando el porcentaje de los créditos aprobados en comparación con los créditos matriculados. Otro dato que aporta el informe es que el 14,8% de los créditos son de segunda matrícula o sucesiva (es decir, que en la primera matrícula no se aprobaron). La tasa de abandono o del estudio en el primer año es del 17%. Aquí Castilla-La Mancha está en la parte buena de la tabla (la región con menos abandono es el País Vasco con 14,2% y la que lo tiene más alto es Baleares con 24,2%).
Pero una vez que han elegido la universidad, que no han abandonado el primer año, que han ido sacando las asignaturas y han titulado... ¿qué les espera en el mercado laboral? «Los resultados no son positivos», avisa el informe en el caso de Castilla-La Mancha. En 2019 (ojo, antes del coronavirus) la tasa de paro de los graduados castellano-manchegos de 26 a 64 años era la quinta más alta de España, con un 9,4%.
La comparativa entre comunidades autónomas vuelve a situar a Castilla-La Mancha entre las peores en cuanto a la precariedad del trabajo que se ofrece a los titulados universitarios. Se miró el dato de egresados del año 2014 que estaban trabajando en 2019. En Castilla-La Mancha el 34,1% lo hacían con un contrato temporal (solo el dato es peor en Extremadura). El 17,9% tenía trabajo, pero a tiempo parcial. En este caso solo Andalucía, Murcia y La Rioja tenían datos más malos. En cuanto al salario, el 20,7% no llegaba a mileurista. Solo en Andalucía, Murcia y Extremadura el porcentaje es más elevado.
La región es la sexta con más estudiantes internacionales que vienen con programas de movilidad
Castilla-La Mancha es uno de los destinos preferidos por los estudiantes internacionales. Dentro de aquellos que cursan estudios universitarios por programas de movilidad, como puede ser el Erasmus, la región es la que tiene el sexto porcentaje más alto de estudiantes internacionales en proporción con el alumnado total. Los universitarios extranjeros representan el 4,04% del total de matriculados (el 35,7% de ellos son de la UE). Solo superan a Castilla-La Mancha otras comunidades que se puede entender tengan mucho atractivo para los extranjeros como Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y una región con gran tradición universitaria como es Navarra. Ahora bien, cambian las tornas si en lugar de mirar los estudiantes internacionales que vienen con programas de movilidad, se contabilizan solo los que están con matricula ordinaria. Castilla-La Mancha está en el puesto 13, con 1,41%.