Citroën concluye el proceso de electrificación de su gama de vehículos comerciales con la llegada al mercado español de la versión cero emisiones del nuevo Citroën ë-Berlingo Van.

La marca concluye el proceso de electrificación de su gama de vehículos comerciales líder con la llegada al mercado español de este modelo de su furgón más emblemático. Se inspira en las necesidades de profesionales, comerciantes, pymes, empresas, administraciones, grandes flotas… que necesitan moverse con agilidad tanto en ciudad como en carretera, independientemente de las restricciones de acceso a algunas zonas por motivos medioambientales, como los centros urbanos.

Con toda la polivalencia, la fiabilidad, la solidez, el espacio de carga y el sentido práctico de la casa francesa, el ë-Berlingo Van se distingue de las versiones térmicas por sus monogramas exteriores, un cuadro de instrumentos  digital de 10 pulgadas, el selector de modos de conducción con función brake… y un motor eléctrico que desarrolla 136 caballos de potencia. Su batería de iones de litio de 50 kWh lleva su autonomía hasta los 275 kilómetros, una cifra más que suficiente para cubrir las necesidades diarias de todo tipo de profesionales y cargar el vehículo por la noche, cuando no se utiliza y la electricidad es más barata.

Un Berlingo cero emisionesEl nuevo Citroën ë-Berlingo Van ofrece una conducción a la carta con tres modos diferenciados: Power, que saca el máximo partido  a las prestaciones de su cadena de tracción eléctrica cuando el vehículo está a tope de carga, Normal y Eco, que optimiza, ante todo, la autonomía y el gasto de energía.

Como la gama térmica del Berlingo Van, el Nuevo Citroën ë-Berlingo Van dispone de un volumen útil de hasta 4,4 metros cúbicos y permite cargar objetos de hasta 3,44 metros de largo, con la posibilidad de añadir a estas cotas la modularidad de la cabina Extenso. Su carga útil alcanza los 800 kilos y puede remolcar hasta 750 Kg.

La gama se lanza en dos tallas, M y XL, y dos acabados. La versión Control dispone de aire acondicionado, faros de encendido automático, ayuda al arranque en pendiente, Citroën Connect Box y retrovisores calefactados. El acabado Club va más allá con los sensores de aparcamiento traseros, control de crucero con limitador  de velocidad, detección de la presión de los neumáticos y faros antiniebla.

En el apartado tecnológico,  cuenta con 18 funciones de ayuda a la conducción que permiten enfrentarse con tranquilidad a todo tipo de maniobras y trayectos. El silencio y la suavidad de la movilidad eléctrica, unida a equipamientos como la ayuda al arranque en pendiente, la cámara de marcha atrás, el paso automático de luces de carretera a luces de cruce o la alerta de cambio involuntario de carril, permiten una experiencia relajada y segura al volante.