Un euro, ciento sesenta y seis, con trescientos ochenta y seis pesetas. La pregunta es, ¿Por qué psicológicamente cuando algo pone menos de un euro nos parece malo? Bueno nos parece malo a un estrato de la población que, durante un gran tiempo, se nos ha dicho que éramos 'casi' ricos, pero la verdad es que no hemos sido nunca.
Pero esta sociedad moderna, a una gran masa de la sociedad, le ha hecho creerse eso de tener una casa muy bien decorada, haciendo esa decoración como las que salen en las casas de los ricos, ricos, o con tener un coche bueno, con aires acondicionados y asientos la 'bomba bueno y qué', pero el gran vehículo solo lo tienen los ricos, ricos, y así, casi en todo, vivir en la apariencia de ser algo que realmente no somos, porque siendo esos 'aparentes ricos', nos distinguíamos de los 'obreros'. Dando como resultado soportar las subidas en todo, y a estas alturas de tantos años de euros, sin pesetas nos hacemos cábalas y cierto es que la mayoría toma menos cafés por la calle que hace veinte o diez años. Es decir, que antes del euro un café costaba 100 pesetas, es decir, sesenta céntimos de euro, y en ese momento, cuando nació el euro toda la hostelería en bloque subió los cafés a un euro (166,386 pesetas), simplemente cualquier inteligente lector haga la cuenta, y el porcentaje de beneficio, en esta especulación de bajo perfil que se suscitó, en la hostelería, hizo que muchos establecimientos dieran un salto económico interesante.
Pero lamentablemente por lo que dice el dicho 'que lo que viene rápido, más rápido se va', y la mayoría de la hostelería no supo controlar un beneficio tan suculento, y no lo digirió muy bien, al punto que años después, hoy todo esta desvencijado porque en esta crisis, tan profunda que vivimos desde el año 2008, su única salida es la subida de sus precios, justificándose (ahora) en la subida de sus costes y demás.
Ahh, y esto es aplicable a los demás sectores, del perfil bajo de la economía los talleres pequeños, los artesanos, las pequeñas tiendas de cualquier comercio tradicional, etc. Esto en verdad desde el punto d vista del consumidor, se hace un tanto complejo, porque las nuevas generaciones no lo entienden al haber sido educadas en esto de lo online, y el la hostelería tipo Fastfood, si personalidad, porque sus progenitores cuidando mucho de su segura, seguridad a futuro (actuales personas de entre 20 y 30 años) no pisan un bar ni en pintura, porque responden solo por el teléfono móvil o tableta electrónica, diciendo que esos negocios son de 'viejos', y no comparan pues el coste de las cosas, dado que sus referencias son los precios estándar de las cadenas de Fastfood, que además son extremadamente caras por lo que ofrecen. En fin, si una persona de unos cincuenta años con un sueldo de 1.000 euros, psicológicamente entiende que algo menos de 1 euro es 'cutre', que piense que hace pocos años, todos éramos cutres, un café eran sesenta céntimos de euro.