El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lo dijo de la forma más gráfica posible, sin cortarse: "A río revuelto, ganancia de violadores" y lo dijo además a plena conciencia, en el acto de institucional del 8-M celebrado en Almansa.

La contundencia del presidente castellano-manchego se debía al espectáculo de división mostrado por las fuerzas políticas y sociales en este Día de la Mujer, especialmente en torno a la controversia en torno a la ley del 'sí es sí'.

"Yo no pido, ni tampoco espero, que todos estemos de acuerdo", afirmó en un abarrotado Auditorio de la Unión Musical de Almansa, "pero que no haya unidad de opinión no implica que no pueda haber unidad de acción".

No obstante, también lanzó una crítica al sector morado del Gobierno: "si todo el mundo está de acuerdo en que tiene que ser más dura la sanción para los que maltratan y violan, no la puede tener un 99% de la población", afirmó, "la culpa la tiene quien se equivoca".

Page, además de varios de los intervinientes en el acto, llamaron la atención acerca del riesgo de que, en tiempos de crisis, se puede caer en la tentación de cuestionar derechos y conquistas sociales, por lo que el acto de Almansa fue un grito de unidad de todos los que apoyan la causa del feminismo.

En el acto, como todos los años, hubo reconocimientos a varias mujeres y entidades que han destacado en su lucha por la igualdad. Así, el Premio Internacional de Castilla-La Mancha a la igualdad de género Luisa de Medrano a Ana Peláez, al centro de la mujer de Hellín, a la asociación de mujeres rurales Fademur.

Otros reconocimientos a título individual fueron para Así, la profesora y bailarina albaceteña Llanos Ortiz, la periodista ciudadrealeña Isabel Valdés, la profesora y activista conquense Carmen Herráiz, la teniente coronel guadalajareña Cristina Moreno y la exsanitaria toledana Amparo Molina.