En estos momentos de climatología tan loca, el martín pescador, especie muy protegida, estaba hace dos semanas en celo en Toledo. La garza, que tendría que sacar los pollos en mayo, ya los ha criando. Bécquer estaría contento, las golondrinas también se han adelantado. Muchas de esas aves, algunas en riesgo, se refugian o anidan en el carrizo y los árboles del entorno del río Tajo, donde también acuden mamíferos. Son parte de la vegetación autóctona que está desapareciendo de Toledo merced a la actuación que desde el pasado día 20 está desarrollando en las riberas del Tajo Tragsa para la Confederación Hidrográfica del Tajo.
Así lo denuncia la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA) Toledo, que el pasado sábado desarrolló una concentración en la plaza del Ayuntamiento en repulsa ante esta actuación. Advierte que la limpieza que la CHT está desarrollando entre el puente de San Martín y la Universidad está destruyendo hábitats catalogados como de «protección especial» por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, hábitats de numerosas aves protegidas como el martín pescador, la garza real, el avetorillo o el martinete, que se ven muy afectadas por la tala de árboles. Además, este empeoramiento en la calidad del bosque de ribera pone en peligro la recuperación de las poblaciones de nutria que recientemente han recolonizado el río a su paso por la ciudad, ya que probablemente se trata de una de las zonas de cría de este mamífero, también protegido.
Por otro lado, la Asociación tampoco coincide con el criterio de poda, que tan solo está teniendo en cuenta el calendario hábil, sin tener en cuenta distancias o diámetro de los árboles. En unos lugares, critica ARBA, se están dejando árboles muy pequeños, mientras que en otros se quedan los marchitos mientras que se han quitado los jóvenes.
Eliminación de cañizo junto al río. - Foto: David PérezLa Asociación recuerda que el río debe tener cinco metros de servidumbre, algo que no está respetando la CHT, «están talando árboles y quitando a orilla prácticamente del río, están quitando toda la cobertura vegetal del suelo». Además, critica, si la intención de la CHT era eliminar especies invasoras, como ha explicado, lo que está quitando del río es «vegetación de ribera autóctona, sobre todo álamos, olmos y tarays».
El resultado, ironizan desde ARBA, «es una limpieza maravillosa, porque están quitando todo, no hay ni un árbol, ni una planta, ni un carrizo», es como si estuvieran haciendo un parque. «Pero esto es una senda natural, y no entienden que lo natural, aunque no nos parezca lo más bonito, es así, y es ahí donde está la biodiversidad y el valor ecológico de este río, si le quitas eso, harás un parque en la ribera del Tajo», concluyen.
Consejo. ARBA comprende que, efectivamente, hay que hacer limpiezas en el entorno del Tajo, pero advierte que esta no es la época adecuada, tendría que haberse hecho unos metros antes. Lo suyo, advierte, no es una crítica política, es ese no es su objetivo, sino una reprimenda «porque las cosas se podían haber hecho bien y no se han hecho bien». Puesta en contacto con la Confederación, esta al fin le ha explicado que su criterio es hacer un desbroce de enero a marzo y que quería eliminar la vegetación invasiva, pero no ha dado más explicaciones. La Asociación también apunta que el Ayuntamiento no le informó en un primer momento de la actuación, aunque más tarde la edil Marta Medina sí lo hizo.
Tras denunciar públicamente esta actuación de la CHT, ARBA organizó una concentración de protesta el pasado sábado en la plaza del Ayuntamiento. Además, Ecologistas en Acción se ha puesto en contacto con los agentes medioambientales de la zona para tratar de marcar a tiempo varios puntos en los que no se pueda desbrozar. Sin embargo, Tragsa sigue trabajando y quemando en ciertos puntos donde no puede desbrozar.
Desde ARBA denuncian que la acción de la CHT llegó al Ayuntamiento de Toledo, pero no al ámbito en el que se tenía que haber informado, en el Consejo de Medio Ambiente de la ciudad, «que es de los primeros que debería saber este tipo de acciones».
A partir de ahí, la Asociación no piensa parar y está valorando la organización rutas ornitológica en torno al río para mostrar a los toledanos la diferencia «entre una ribera naturalizada y una ribera naturalizada».
Por su parte, el Grupo Municipal de Ciudadanos ha pedido al Ayuntamiento que convoque el Consejo del Pacto por el Tajo, «que se creó con una ilusión por parte de todos los grupos, porque pensábamos que era la mejor manera de unir a la sociedad toledana e instituciones en la lucha por el río Tajo». Pero a la postre, ha criticado Esteban Paños, «hemos descubierto que el Consejo se ha convertido en un arma electoral para el Gobierno local, solo se convoca cuando hay que hacerse una foto, pero no para debatir de los temas que realmente afectan al río, como proyectos o desbroces masivos». De hecho debería reunirse cuatro veces al año, pero no lo ha hecho nunca. A su juicio, el Ayuntamiento, administración más cercana, debería conocer los proyectos y explicarlos en el Consejo.