Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


A ochenta días

09/03/2023

Van conociéndose los candidatos y candidatas para las elecciones municipales y autonómicas. Es tiempo de esperanza e incertidumbres, porque tal y como están las cosas esta convocatoria estará contaminada por el ruido generado en torno a cuestiones de política general, ajenas a lo local y regional. Este es, sin duda, el comodín utilizado por las derechas para convertir estos comicios en meta volante con la que acercarse a su mayor deseo: derrotar a Pedro Sánchez en las generales.
Cuando un ciclo político encara su recta final, las estridencias se recrudecen. Cada partido intenta marcar territorio y dañar la credibilidad de sus adversarios. Sobre el tapete se extienden hoy muchas de estas bazas nacionales: la quiebra en la coalición gubernamental por la reforma de la ley del 'sólo sí es sí', el cutrerío de lo del 'Tito Bernie', al pernicioso conchabeo entre el número dos de Interior y el presidente de la Audiencia Nacional por el 'caso Kítchen', la fantochada de Vox con su moción de censura,…. Y así, poco el poco, el relato de que 'vamos por muy mal camino' eclipsa lo que de verdad debería importarnos ahora: qué mejoras, transformaciones o avances se proponen para nuestros pueblos, ciudades y región en los próximos años, amén de juzgar lo realizado por quienes aspiran a ser reelegidos.
Una cosa es predicar y otra dar trigo. En ocasiones pienso que quienes solamente se dedican a lo primero, sin comprometer su 'buenismo' por no tener responsabilidades de gobierno, deben pensar que los ciudadanos no sabemos cuándo se nos engaña. Es pueril creer que se nos puede engatusar con cantos de sirena, como si no tuviésemos madurez para valorar cuanto se ha hecho, o se ha errado en el ciclo electoral vencido. Quienes consideramos que, con la que está cayendo, las cosas no nos han ido tan mal, debemos reconocer nuestra laxitud por haber dejado crecer el relato catastrofista y manipulador que con tanto desparpajo manejan algunos en tertulias televisivas, columnas de opinión, debates radiofónicos, redes sociales o la barra del bar donde tomamos café cada día. Hay actitudes como la pasividad, la indolencia o la pereza para contrarrestar tan alarmista avalancha que desde el ámbito progresista no deberíamos permitírnoslas, porque ellos son incansables, jamás cejarán en su empeño y el 28-M está a la vuelta de la esquina.