Manos Unidas ha presentado su campaña anual contra el hambre que en esta ocasión lleva por título 'Frenar la desigualdad está en tus manos'. Entre los datos que se han dado a conocer destaca que en el mundo hay más de 820 millones de pobres, entre otras cosas, porque según la FAO hay el doble de recursos de lo que se necesitan pero un 80% de población no tiene acceso a ellos. En este sentido, el obispo auxiliar, César García Magán, tacha de «escándalo» que en el primer mundo haya sueldos que van mucho más allá de lo necesario mientras sigue habiendo gente que se muere de hambre.
Frente a esta desigualdad, Manos Unidas consigue que con 25 euros un niño pueda estudiar todo un año en Camerún y subrayan que la educación cambia la vida a una persona y a toda una familia de 10. Entre sus logros, algunas niñas que cuando comenzaron eran sus alumnas ahora son maestras y otra estudia medicina.
En la presentación han participado el delegado de Manos Unidas en Toledo, Antonio Juanes Cuartero, y la hermana Victoria Braquehais, misionera en Camerún y República Democrática del Congo. En la diócesis el año pasado se recaudaron 850.000 euros con los que se trabaja en 13 proyectos:
Alimentación y medios de vida en Siria y Oriente Medio donde se pretende promover un crecimiento económico sostenible, crear trabajos dignos, y fomentar la creación de microempresas; derechos de las mujeres en Maharashtra(India) para mejorar las condiciones de vida de las trabajadoras domésticas ayudándolas a emprender otras actividades; enseñanza en Etiopia donde la calidad de la educación es, generalmente, mediocre; asistencia sanitaria en Rongero (Burundi) para los habitantes de una región donde abunda el paludismo, fiebre tifoidea tuberculosis, HIV y enfermedades diarreicas y pulmonares; desintoxicación de chicas jóvenes con adicción en Tete en Mozambique con un centro para realizar terapia donde puedan permanecer internos; inserción socioeconómica de migrantes venezolanos en Santo Domingo de Ecuador; mejora del acceso permanente al agua en escuela primaria de Jartum mediante la instalación de un sistema subterráneo de tuberías; acceso al agua potable en Camerún para población que va a buscar agua a más de 4 Km; formación profesional de mujeres en Mali que suelen trabajar en el río lavando piedras, vendiendo el pescado, cultivando huertos, buscando leña por el campo y otros trabajos domésticos de mucho desgaste fisico; defensa de los derechos de los menores vulnerables en Lagos (Nigeria) donde un reciente estudio cifra en 100.000 los niños de la calle; mejora de la calidad de vida en el Foyer Akwaba de la Salle (Costa de Marfil) donde los hijos muy frecuentemente no están registrados y no pueden optar a ser inscritos, cuando crezcan, en una escuela pública, ni tener ningún derecho, porque oficialmente no existen; mejora de la seguridad alimentaria en hogares rurales de Pétion-Ville y Kenscoff (Haití); y derechos humanos en Camboya para personas con discapacidad.