Un Nudo Gordiano de hierro oxidado

J. Monroy
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Alumnos de la Escuela de Arte de la calle de la Palma de Madrid han creado esta obra, perfectamente integrada en el antiguo Molino del Hierro de Toledo

Un Nudo Gordiano de hierro oxidado - Foto: David Pérez

E1 futuro ha desembarcado en el museo de Escultura al Aire Libre de la Cornisa para quedarse, un futuro en forma de 'Nudo Gordiano' de hierro retorcido y oxidado. Porque la segunda de las obras de este nuevo museo toledano ha llegado de la mano de los alumnos de la Escuela de Arte de la calle de la Palma de Madrid.

La obra ha recalado en Toledo por la amistad que tienen Jule, promotor del museo, con el maestro de taller de Metalistería de la Escuela, Ángel Picaporte, oriundo de Gálvez. Picaporte llamó a Jule y ofreció una escultura de sus alumnos, si le parecía bien. El toledano contestó que «no solo me parece, sino que estoy encantado de ello». Así llegó este 'Nudo Gordiano' al antiguo Molino del Hierro, donde ha encajado perfectamente.

Una obra oxidada. Esta obra de arte solo le ha costado al Ayuntamiento el coche para lleno para traer a los alumnos y el maestro de taller. Ellos hicieron el trabajo gratuitamente y ni siquiera se quedaron a comer, porque quisieron volverse a Madrid. Al final quedó una escultura de vigas de hierro retorcidas, que dependiendo del punto de vista ofrece a la vista una forma distinta.

Un Nudo Gordiano de hierro oxidadoUn Nudo Gordiano de hierro oxidadoPicaporte ofreció a Jule volver a Toledo para barnizar la obras, pero el toledano se negó, «esta no se barniza, se va a quedar así, que esté viva, que se oxide y que cuando llueva el óxido vierta por la peana».

Porque la escultura se colocó sobre una peana de un metro de hormigón teñido de un ocre muy toledano. Ambas han quedado totalmente integradas y el óxido ya escurre por la base creando un conjunto en su unidad.

Cada una de las esculturas de este museo se ha colocado en el espacio escogido por los autores, asesorados por Jule, y han ido escogiendo. Esa obra mejora mucho la imagen del antiguo molino. El hierro oxidado contrasta muy bien con los colores del otoño toledano alrededor del río, encajado entre piedras. Y las formas desde sus distintos ángulos encajan muy bien en el espacio vacío. «Es una obra muy bonita, cuando comenzaron a mandarme las fotografías de cómo se iba forjando, a mí me iba pareciendo más interesante, y creo que ha sido un acierto colocarla aquí», explica Jule.