Nuevo jueves y nueva masiva y ruidosa concentración de las trabajadoras de la limpieza para reivindicar un convenio colectivo con unas cotizaciones dignas. En esta ocasión, ha sido ante la sede de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas en la calle Real, donde además han entregado una documentación en la que solicitan un encuentro con Juan Alfonso Ruiz Molina, consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, y Macarena Saiz Ramos, secretaria General, para compartir con ellos su análisis de la situación y los cauces sindicales, administrativos y legales «que, a nuestro entender, cabe emprender para alcanzar una pronta solución, justa y viable». También quieren saber si las propuestas económicas hechas por las empresas al Acuerdo Marco incluyen, o no, algún tipo de previsión de incremento de los costes salariales durante los sucesivos años de vigencia.

La idea es que las administraciones públicas, en este caso la Junta, intervengan de forma activa en el conflicto laboral. No en vano, recordó Juan Carlos García Montoya, secretario de Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOO del Hábitat, la Junta entrega más de 130 millones de euros a las empresas que hacen la gestión de sus centros dependientes en la región. A pesar de ello, no han subido los sueldos de estas trabajadoras durante los dos últimos años. A su juicio, «la Junta debe garantizar que estos incrementos sean una realidad en las nóminas de estas trabajadoras en los años de vigencia de los contratos con la administración, tanto los que se derivan del Acuerdo Marco, como los que se derivan del propio Sescam».

Negociación parada. Desde hace más de un año, recordó Rosalía Jiménez, secretaria provincial del FSMC de UGT Toledo, la Patronal de la Limpieza tiene bloqueadas las negociaciones del nuevo convenio colectivo. Tras la última huelga del 9 al 20 de enero, su oferta fue congelar los salarios para 2022, y subir un 2,5 en 2023, 2024 y 2025.