«Mis mayores sinsabores me los han traído políticos»

J. Monroy
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Ángel Nicolas, presidente saliente de Fedeto, apunta que «hay que buscar el equilibrio en el que le vaya bien al trabajador, sin perjudicar a la empresa, y viceversa» y «hablamos con la oposición y negociamos con el Gobierno, gobierne quien gobierne

Han sido casi 22 años. Ángel Nicolás, el presidente más longevo de la Federación Empresarial Toledana dejará hoy el cargo en la Asamblea General. El suyo ha sido un mandato complicado, con varias crisis de por medio, que le dejarán no obstante más buenos recuerdos que malos.

Pocos pueden presumir de estar 22 años al frente de una organización como Fedeto.

Entré en mayo del año 2000, si aguanto dos meses más, ya serían 22 años. Yo en principio me presenté para un mandato de ocho años. Pero  nos metimos en la crisis de 2008, han ocurrido muchas otras cosas y parecía que nunca era el momento de dejarlo. Ahora estaba en funciones, porque en 2020 no pudimos celebrar la Asamblea, que según nuestros estatutos, tiene que ser presencial. Aunque este no es un trabajo cansado, desgasta mucho. Yo llevo diciendo que me voy desde hace tiempo. En las elecciones que tuvimos en 2016 dije que no me presentaba, pero cada uno de los miembros del Comité Ejecutivo me escribió una carta para que me quedara, porque no era el momento. Pero pienso que siempre ha habido gente muy preparada para hacerlo, seguro, mejor que yo. Así que anuncié que era mi última elección, y en 2020 no pudimos hacer la Asamblea por la pandemia. Ahora sí, creo que era el momento de dejar paso a esa gente. No ha sido una sorpresa para nadie, por lo menos, dentro de la casa.

Ángel Nicolás deja hoy la Presidencia de Fedeto.Ángel Nicolás deja hoy la Presidencia de Fedeto. - Foto: David PérezVa a continuar en CECAM y en sus empresas me imagino.

Sí en Cecam sigo. Y no me jubilo de nada, sigo en el mundo empresarial, con mis empresas, trabajando a diario y los fines de semana.

Es difícil hacer un balance de estos años después de tanta crisis económica.

Ha sido un mandato bastante complicado. Una de las cosas que tenía claras cuando llegué a Fedeto en 2000 era que nuestros compañeros de viaje, nos guste o no nos guste, son los sindicatos, y hay que dedicar horas e entenderlos, comprenderlos y que ellos también entiendas lo que pides, lo que no pides, lo que das y lo que no puedes dar. Ya los anteriores presidentes estaban bastante concienciados, aunque a lo mejor se ha conocido un poco más entre la sociedad durante mi Presidencia. Fedeto fue la primera patronal en España que abrió una Oficina de Responsabilidad Social. Mi idea principal era mejorar los servicios que dábamos a los empresarios, apoyados por las nuevas tecnologías, que eran herramientas que entonces no se utilizaban mucho. A partir de ahí, para que esto cale en la sociedad, tienes que tener un mensaje no solo con tus empresas asociadas, que te mantienen vivo. La gente tenía que entender lo que estamos haciendo, porque el discurso de la patronal es bastante antipático para la sociedad en general, dado que hay más trabajadores que empresarios. Había que explicar muy bien ese mensaje, había que explicar muy bien por qué no se podían subir los salarios en ciertos momentos, lo que requiere tener las ideas muy claras. Si he trasladado algo a Fedeto es buscar el punto de equilibrio en el que le vaya bien al trabajador, sin perjudicar a la empresa, y que a la empresa le vaya  bien, sin perjudicar al trabajador.

¿Cuál ha sido el peor momento en estos 22 años?

He tenido varios malos momentos, pero los peores nos han venido siempre del trasiego político. Ha habido acusaciones muy graves, nos han llamado traidores y me han llegado a decir que «Roma no paga traidores». Hay quien no entendía por qué «los abajofirmantes», como nos llamaban de manera permanente algunos diputados del PP entonces en la oposición, pactábamos con el Gobierno. Nosotros respondíamos que hablábamos con la oposición y negociábamos con el Gobierno, gobierne quien gobierne y oposite quien oposite. Ha habido momentos muy complicados con políticos, que te afectan en lo personal, de broncas por teléfono con insultos a la persona, porque no entendían lo que estabas haciendo. Pero es fácil de entender, yo no soy la oposición al Gobierno y no tengo que hacer la oposición, yo soy siempre un colaborador necesario del Gobierno, gobierne quien gobierne. Quien no sea capaz de entender la posición de una organización empresarial no entiende nada. La política se ha metido demasiado en la sociedad y todo se vislumbra desde un punto de vista político, cada uno desde su prisma. Pero en resumen, a mí me ha sido más fácil llegar a acuerdos con gobiernos del PSOE que con gobiernos del PP, aunque este último solo ha durado cuatro años. Pero nosotros siempre hemos tenido la mano abierta a sentarnos horas y horas y explicar por qué hacemos lo que hacemos y decimos lo que decimos. Tiene que haber una empatía entre quienes nos gobiernan y los que representamos intereses de la sociedad civil, me da lo mismo un sindicato, que una asociación de vecinos, que una patronal, aunque en el caso de la patronal venimos reflejados en la Constitución, como los sindicatos, y tenemos el mandato de lograr acuerdos que beneficien a todos.

¿Y el mejor momento?

He tenido muchos buenos momentos, más que malos. Siempre para mí el mejor momento ha sido o bien las asambleas, donde se vislumbraba la unidad que había en el empresariado en la provincia de Toledo, o en nuestra entrega de galardones. La Asamblea siempre ha sido algo muy interno, de hecho, nosotros nunca hemos invitado a ningún político, como sí hacen otras organizaciones. Es una Asamblea de empresarios y no pinta nada nadie que no sea empresario asociado a Fedeto, con derecho a voto. Lo mejor ha sido siempre ver la unidad que hay y que el mensaje que estás lanzando es el que ellos te han dicho y lo sabes trasladar.

También me quedo con los medios de comunicación, porque cada vez que los hemos necesitado y los hemos llamado siempre han acudido y lo han escrito de manera muy fiel al mensaje original. Una de mis grandes alegrías siempre ha sido tratar con la prensa.

Dada la situación económica, se hace complicado hablar de retos para la economía a cualquier plazo.

Si yo fuera político, diría que ha cambiado el paradigma y ahora tenemos que centrarnos en otro objetivo que estamos definiendo, porque de momento la situación es compleja. Si ya lo teníamos mal, ahora con la guerra de Ucrania se nos recrudecen un montón de cuestiones que ya estaban perjudicando a la economía. Hablo de energía eléctrica o combustibles. Me acuerdo de la cantidad de empresarios autónomos, que no tienen un gran negocio, una cafetería o una panadería, que están pagando más de luz de lo que ganan por tener el negocio abierto. ¿No se podía haber hecho algo antes? Creo que sí. Si queremos energía verde no la tenemos que pagar toda los ciudadanos. Puede ser que una parte, pero el resto la tiene que asumir el Estado. Estoy totalmente de acuerdo en la transición energética, pero no la tiene que pagar el ciudadano, hay que hacer planes estratégicos y ver por dónde vamos. Pero ahora todavía estamos definiendo objetivos, porque cada día nos cambian las cosas. El megawatio a 700 euros era impensable hace unos días, ¿qué planes haces con eso?  

Javier Arribas será su sucesor.

Las cosas creo que se han hecho razonablemente bien, los afiliados a Fedeto están conformes y tranquilos sobre cómo se han ido sucediendo las cosas. Saben que se ha peleado, que en la pandemia la gente trabajaba diez horas diarias para atender los problemas. Arribas es una persona que lleva conmigo ocho años de vicepresidente, se conoce la casa muy bien. Los amigos más queridos me dicen que me echarán menos, pero sé que me echarán de menos dos días, al tercero, Javier lo hará mejor que yo, solo hay que darle tiempo. Viene con mucho conocimiento que a lo mejor yo no tenía cuando entré en 2000 y que he tenido que ir adquiriendo con el tiempo, y es muy buena gente, una persona de Talavera muy querida, un candidato ideal.