Si la coalición de Gobierno sudó la gota gorda hasta poder consensuar con la llegada del alba las cuentas de 2023, ahora tendrá que sudar otra vez para conseguir los apoyos parlamentarios necesarios que le permitan obtener el visto bueno definitivo en el Congreso.
Si bien es cierto que todos los socios mostraron ayer su buena disposición para aprobarlas, también dejaron claro al Ejecutivo de Sánchez que no cuente con un cheque en blanco en este capítulo por mucho barniz de tono social que quieran ponerles.
El primero en ponérselo claro fue el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián. «Con todo el cariño y afecto a ambas partes del Gobierno, que se ahorren el pressing que tengo la sospecha que viene, machacando con que serán los enésimos mejores Presupuestos de la humanidad porque eso ya no cuela y la presión no les va a servir para nada».
Ycambiando los papeles, pasó al ataque a modo de aviso. «El voto de ERC se suda», advirtió al tiempo que se mostró más receptivo al indicar que estudiarán la propuesta y que en el Gobierno «saben perfectamente lo que quiere y lo que pretende Esquerra».
Por su parte, el socio prioritario del Ejecutivo, el PNV, reclamó «intensificar» las conversaciones y las negociaciones con el Gabinete socialista, avanzando que esta semana afrontará ya estos encuentros «sin líneas rojas», pese a que incide en que se deben cumplir con los acuerdos pendientes.
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, considera que ahora debe haber mucha «voluntad política y también la máxima predisposición para lograr un nuevo pacto». Además, señaló que centrará la negociación, «como siempre ha hecho, en mejorar el día a día de la ciudadanía de la Comunidad Autónoma Vasca y de Navarra».
Otros partidos que apoyan habitualmente las Cuentas Públicas del Estado como los independentistas vascos de Bildu también han señalado que tendrán prioridades en las intensas negociaciones que se avecinan en los próximos meses.
Desde el entorno de la formación euskaldún afirman que estos Presupuestos son «claves» para encarar el final de la legislatura y exigen que sean «ambiciosas». En todo caso, su portavoz, Mertxe Aizpurua , las valoró «de forma positiva» y destacó «su marcado carácter social».
Partidos como Compromís y Más País, también ven con buenos ojos estas Cuentas. Íñigo Errejón valora que incluyen demandas sociales irrenunciables. «A priori la música nos suena bien, pero deben ser negociados porque necesitan mayoría», advirtió.