mario g. gutiérrez / toledo

Los niños en una familia son motivo de alegría. Su llegada, sus logros conseguidos, sus hitos superados, son generalmente motivo de celebración y júbilo para el entorno, especialmente para sus padres. Los progenitores tienen en sus pequeños lo que más quieren en la vida y son el motivo de sus esfuerzos, sacrificios y desvelos.

Todo ello fluye hasta que se plantea un posible escenario de separación o divorcio. Entonces, si los motivos no son amistosos o las circunstancias para la disolución del enlace no son las más favorable, el motivo de alegría se convierte en objeto de disputa y, en algunos casos, arma arrojadiza.

En ocasiones se llega a situaciones dramáticas con finales luctuosos, pero en otras la voluntad de dañar a uno de los progenitores lleva al otro a privar a los niños de la compañía de su padre o madre.

Precisamente, son los más pequeños en ocasiones los más perjudicados, y ese es el motivo del nacimiento de ADN, una asociación «cuya finalidad es luchar por y para los derechos de los niños», tal y como afirma Carlos Valdivieso, su secretario.

Carlos explica la historia en primera persona, pues hace muchos meses que no puede ver a sus hijos. Patrones de denuncias falsas y causas sobreseídas se repiten en muchos de los casos en el que alguno de los progenitores pretenden impedir que el otro vea a los hijos en común. 

Carlos ha querido dar visibilidad a esta problemática y para ello realizó el Camino de Santiago en tres jornadas o motivó al Ayuntamiento de la localidad en la que reside a borrar una serie de pintadas que preponderaba la figura de un género sobre otro.

Valdivieso recalca que en su asociación «no están contra nadie», sino que piden «igualdad real». Cuando se acaba un matrimonio, del mismo modo que se acuerdan términos para cualquier reparto, pretende que ambos progenitores tengan los mismos derechos de visita y compartir tiempo con sus hijos. A su juicio, generalmente, es uno de los progenitores el que más se ve siempre perjudicado, por lo que han convocado una concentración este próximo viernes 21 frente al Ministerio de Igualdad.

«No somos ni de un partido ni de otro», recalca, «no queremos hacer política», pero argumenta que viven una «terrible» situación que debe ser escuchada y ya que existe un ministerio, debería velar por ello, puesto que citando a la la Declaración de los Derechos del Niño, argumenta que los niños «deben tener y disfrutar de un padre y una madre». 

La concentración reunirá a la mayoría de las asociaciones de esta índole y se espera la presencia de reconocidas personalidades que pretenderán hacer visible esta lucha «desigual» y «aterradora», que mientras no se solucione y se sigan promulgando leyes «que no garantizan la igualdad y protegen a un progenitor respecto al otro, aunque haya denuncias falsas».