La subida del SMI esconde «el afán recaudatorio del Gobierno»

M.G
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El secretario general de la Federación Empresarial Toledana considera que el pacto alcanzado entre el Ejecutivo y los sindicatos terminará afectando «a las pymes y a los autónomos más débiles»

La subida del SMI esconde «el afán recaudatorio del Gobierno» - Foto: David Pérez

La reciente noticia del pacto alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) un 8% y situarlo en 1.080 euros mensuales refleja, en opinión del secretario general de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), Manuel Madruga, que el sistema económico sigue avanzando hacia el pozo porque resulta «insostenible» y no se están poniendo medidas para frenar los males económicos que están castigando a las empresas y repercutiendo en la ciudadanía desde hace tiempo. 

«La subida del SMI es de un 46% desde 2018, pero lo cierto es que la productividad de las empresas no ha subido en la misma proporción», explica Madruga, al que no le ha sorprendido que se haya alcanzado este acuerdo porque considera que no es la primera medida «unilateral» del Ejecutivo de Pedro Sánchez en estos cuatro años. Si bien, subraya que a pesar de haberse pactado con los sindicatos no se ha tenido en cuenta «que este banco tenía tres patas» y siente que se ha ninguneado a la CEOE. En este caso, Madruga recuerda que la patronal no se oponía a una revisión del SMI porque había propuesto una subida del 4% en 2023 para que se alcanzasen los 1.040 euros brutos mensuales. 

Además, destaca que la CEOE envió un escrito al Gobierno hace quince días y todavía está esperando respuesta, lo que significa que se ha roto «el diálogo social» por mucho que el Ejecutivo haya pactado con los sindicatos. Madruga entiende que la medida que se anuncia desde el ámbito político como de «justicia social» esconde  «el afán recaudatorio de un Gobierno que no está diciendo que esta decisión respecto al SMI abre la puerta a una subida de las cotizaciones conforme al artículo 19.2 de la Ley General de la Seguridad Social, «que dice que las bases mínimas de cotización suben en el mismo porcentaje que el SMI incrementado en un sexto».

Por tanto, Madruga insiste en que al final elevar tanto de golpe el SMI terminará repercutiendo «en el bolsillo de los empresarios» y dificultará la actividad a pymes y autónomos con menos recursos, sobre todo, en la actividad ligada a la agricultura. También opina que la medida puede generar «desequilibrios en las negociaciones colectivas» porque «aunque algunas empresas no tendrán problemas económicos para ajustar salarios y revisiones otras lo tendrán muy complicado».

Para Madruga la subida del SMI anunciada también responde a «una medida electoral» cuando «lo lógico», a su juicio, «hubiera sido ir al pacto de rentas». 

No es la primera vez que Madruga muestra el malestar del tejido empresarial en relación a las medidas del Gobierno. Avisa una vez más que los empresarios, en general, no pueden afrontar subidas de salario en los porcentajes que se dice porque el sector privado ya está suficientemente sobrecargado intentando sostener la economía del país. «Tenemos quince millones de personas entre funcionarios y pensionistas y 17 millones de personas en el sector privado encargadas de sostener todo esto», con lo que considera que la subida del SMIdebería depender «de la coyuntura económica y de la evolución del mercado».

En este sentido, el secretario general de Fedeto advierte que un incremento en los costes laborales sumado a la delicada situación económica que está atravesando España desde hace meses y al encorsetamiento del mercado laboral por una reforma «que no funciona» puede conducir a la destrucción de empleo o al aumento de los contratos parciales, ya por sí bastante elevados, en unos meses.

La imagen. A Madruga le sigue preocupando la imagen que se está intentado vender desde el Gobierno y considera que la situación «es dantesca» porque nunca se había «insultado» y «demonizado» al sector empresarial como se está haciendo ahora. Tampoco comprende por qué se les ha situado en la picota responsabilizando al tejido empresarial de la inflación poniéndola en relación con los márgenes empresariales, cuando el Banco de España ya se pronunció recientemente asegurando «que el 60% de las pymes no han subido los precios para intentar seguir siendo competitivos».

Si bien, asegura que se seguirá poniendo el foco en este tipo de medidas a pesar  «de que las cuentas del Estado no salen», el gasto público continúa «desbocado» y no se están aplicando medidas efectivas para revertir la situación.