Ultras fascistas homenajean a Moscardó en el patio del Alcázar

F. J. R.
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Radicales del SS Lazio lograron introducir en el Museo del Ejército, a pesar de los controles con escáner en la entrada, una pancarta en la que se leía: «Honor al general Moscardó»

Ultras fascistas homenajean a Moscardó en el patio del Alcázar

Un grupo de ultras del equipo italiano del SS Lazio homenajeó la pasada semana la figura del general Moscardó desplegando una pancarta en el patio del Alcázar de Toledo. En ella se podía leer: «Honor al general Moscardó», y con ella los fascistas italianos recordaban la figura del militar al cargo de la fortaleza durante su asedio en la Guerra Civil.

Hasta siete miembros del grupo Ultras Lazio, la rama más radical de los aficionados del equipo romano del SS Lazio, desplegaron la enorme pancarta en el centro del patio del Alcázar sin que nadie del personal de seguridad se lo impidiera, pudiendo llegar a fotografiar el momento y compartirlo en sus redes sociales.

Los ultras fascistas introdujeron la pancarta a pesar de los controles de seguridad con escáner que se hace a todos los visitantes del Museo del Ejército, sorprendiendo el hecho de que no se detectara una pancarta de más de 14 metros de longitud.

La imagen ha sido difundida por los propios ultras italianos, que han recibido el apoyo de otros grupos radicales españoles, principalmente relacionados con los Ultras Sur del Real Madrid. Y es que, los hooligans madrileños estaban hermanados con el grupo del que procede Ultras Lazio, que se denominaba 'Irriducibili' (Irreductibles) y que se disolvió en 2021 tras llevar 33 años exhibiendo todo tipo de simbología fascista, nazi y racista en las gradas del estadio Olímpico de Roma.

El SS Lazio fue el equipo del dictador Benito Mussolini, y su grada de animación siempre ha estado vinculada a las ideas fascistas.

El homenaje al general Moscardó realizado por los ultras italianos tiene su explicación en el mito del asedio del Alcázar. La propaganda franquista elevó a la categoría de leyenda el asedio de la antigua fortaleza imperial de Carlos V, creándose un mito que caló profundamente en la Italia fascista de Mussolini y la Alemania nazi, dos de los principales aliados del bando nacional durante su sublevación.

En Europa, el asedio del Alcázar se vendió también como la primera victoria en un campo de batalla del fascismo sobre el comunismo, y hasta 1943 fueron comunes los actos de homenaje a los caídos en la fortaleza por parte del partido nacionalsocialista español y las Juventudes Hitlerianas.

La fama del general Moscardó como héroe fascista llegó a tal punto que Hitler se empeñó en conocerlo en persona, siendo el invitado estrella de la fiesta de su 50 cumpleaños, el  20 de abril de 1939 en Berlín.