Con una inflación desbocada y los combustibles sobrepasando la inimaginable frontera de los 2 euros por litro, y galopando hacia los 3, las familias afrontan con dificultad el paso del mes con el único cobijo de una tasa de paro que en junio en la provincia se situaba en 52.044 personas. Un 3,75% menos que el mes de mayo, y un 23,36% menos que hace un año, cuando había 15.860 parados más. Hay que remontarse a diciembre de 2008 para ver una cifra más baja. Esta alta empleabilidad es lo que permite contener la situación, pero para aquellos que necesitan repostar combustible como medio para realizar su labor, acusan aún más la subida de precios que ya sufren cuando se disponen a llenar el carro de la compra.

Para hacer frente a ello, el Gobierno ha planteado una baraja de medidas que van desde cheque para autónomos, desempleados y familias con pocos recursos; la prórroga de las medidas del plan anticrisis, como son descuento de 20 céntimos por litro en los carburantes, la subida de un 15% del ingreso mínimo vital, la limitación del 2% en la renovación de los alquileres, el IVA reducido al 4% de las mascarillas quirúrgicas, la prohibición de los cortes de suministros básicos para familias vulnerables, la reducción del abono de transporte público; el aumento de las pensiones de viudedad e invalidez no contributivas en un 15%; y la rebaja del IVA de la factura eléctrica que pasará del 10% al 5%.

Ante la puesta en marcha de estas medidas, desde el sector del transporte, que ya realizó paros en el mes de marzo, de momento las reciben «con cautela», y adelantan que en la provincia de Toledo «no se van a realizar paros organizados». En principio, y según confirman a La Tribuna fuentes de la Plataforma del Transporte en Toledo, van a esperar a comprobar el calado y la efectividad de las medidas adoptadas, ya que de momento pretenden «seguir trabajando».

Lo que las mismas fuentes tienen claro es que «si se comprueba que con estas medidas no se logra las mejoras necesarias en las condiciones laborales», volverán a realizar paros o «las medidas que sean necesarias». Los transportistas aseguran que las condiciones «han empeorado» respecto al mes de marzo, cuando cabe recordar que el precio del gasoil rondaba el 1,50 euros, momento en el que el Gobierno adoptó una rebaja de 20 céntimos en cada litro.