La nueva vida de Lucía

Agencias
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Una joven canaria de 20 años es la primera en acudir al Registro Civil de Madrid para cambiar de sexo sin requisito alguno con la entrada en vigor de la nueva Ley 'Trans'

Estudiante de Matemáticas y Física, la chica reconoce que se saltó las clases para acudir a las oficinas. - Foto: Carlos Luján (E.P.)

Lucía es canaria, tiene 20 años y lleva desde 2020 en Madrid, donde estudia Matemáticas y Física. Ella es una de las personas que cumplía con los requisitos para modificar su sexo en el Registro Civil con la ley de 2007, pero según explicó, le «pilló el toro» y decidió esperar a que ayer entrara en vigor la nueva Ley Trans para que el trámite fuera más sencillo. De hecho, fue la primera en entrar en las oficinas madrileñas para solicitar un cambio registral de sexo sin que le reclamaran requisitos. Tardó cinco minutos y fue suficiente con entregar el padrón, el certificado de nacimiento y el DNI. Rellenó un formulario y listo. «Me han dado los papeles enseguida, estaban preparadísimos», aseguró, antes de bromear: «Han debido estudiar toda la noche, como yo».

Su historia tiene luces y sombras. Cuando llegó a estudiar a Madrid hace dos años, aún no había iniciado su proceso de transición y comenzó el curso en un colegio mayor militar, en una planta masculina. Allí no entendieron su situación y la acabaron echando. Se fue entonces a un piso con amigos y, desde ese momento, según explicaba, le fue muy bien.

«Mi historia es un poco aburrida», aseguró, antes de señalar que tiene «amigos y amores» y que sus padres, aunque vivieron con miedo su «salida del armario», están muy felices con su situación. Quien peor lo llevó, indicó, es su padre porque no tenía contacto con personas trans desde los 80 «y pensaba que mi vida iba a ser más dura de lo que es».

De hecho, Lucía juega en un equipo de rugby femenino universitario en el que no tuvo problemas para entrar. Según indicó, le animó una amiga que también juega en él. «Es ahí donde me olvido que soy trans», aseguraba. No le pasa lo mismo cuando acude a la Sanidad. Allí, la tratan con «asco» y «como si fuera tonta». «Hay una pantalla enorme que pone 'Lucía, dos puntos, transexual, y después me dicen, 'pase señor'», lamentó.

Según la nueva Ley Trans, Lucía deberá ratificar su deseo de cambiar de sexo en el Registro Civil dentro de poco más de dos meses. Posteriormente, la administración tiene un máximo de un mes para resolver su expediente.

Sin embargo, ella no tiene que acudir a realizar un cambio de nombre en el DNI porque eso ya lo logró hace años. Tal y como explicó, para modificar el nombre en el documento de identidad no se necesita más que demostrar que es reconocida con él. Para ello presentó su carné de la universidad, ya que, según determinaba, la Complutense permite cambiar tu nombre «sin problemas». Lucía reconocía que tiene otras amigas que desean venir a hacer el cambio registral de sexo en «próximos días». Su horario de trabajo o estudios no es muy compatible con el del Registro Civil, así que buscarán el momento tan pronto como puedan. De hecho, ella ha faltado a clase para poder acudir a su cita. La ocasión lo merecía. «Era un día muy importante». 

Ajenos a su felicidad, el trasiego de personas continuó con normalidad durante toda la mañana, pero este día es imborrable para ella.