San Pedro de la Mata: una foto de 1903 guía la reconstrucción

J.M.
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La excavación en el yacimiento regalará un aspecto más fiel al original. E incluirá la reconstrucción del arco. «No sería una locura poner una cubierta», sugiere Morín

San Pedro de la Mata: una foto de 1903 guía la reconstrucción - Foto: David Pérez

A las 10 de la mañana, cae estos días el sol a plomo en los Montes de Toledo. Lo sabe bien Amaya, una joven estudiante de Humanidades y Patrimonio en Toledo. Y también Gloria, guía en el yacimiento de 'Los Hitos' de Orgaz. Esta voluntaria se ha desviado tres kilómetros para ayudar en la campaña de excavación iniciada a principios de mes en San Pedro de la Mata. Cerca, Jorge Morín estaciona su todoterreno para detallar a este diario el cogollo de este pedazo del patrimonio de Sonseca.

Morín trae bajo el brazo una publicación propia con otros especialistas como base para explicar la relevancia de San Pedro de la Mata, ubicada en la pedanía de Casalgordo. En la edición, figura una fotografía providencial: el conde de Cedillo posa en 1903 en esta iglesia recién descubierta. Está en el brazo meridional del crucero y aporta una certeza arruinada que será copiada más de un siglo después.

Morín, como codirector de los yacimientos, vive el verano a caballo entre San Pedro de la Mata y 'Los Hitos'. Se despierta a las 5:30 de la mañana y se pone a trabajar a pleno sol hasta casi la hora de comer.  Comenzó hace cuatro años la investigación en la iglesia primitiva de Sonseca con la limpieza del lugar, pero por primera vez excava en profundidad. Un plan de empleo de la Diputación, junto con voluntarios, permite la contratación del personal para despejar el yacimiento.

San Pedro de la Mata: una foto de 1903 guía la reconstrucciónSan Pedro de la Mata: una foto de 1903 guía la reconstrucción - Foto: David PérezAsí quiere descubrir todo el perímetro de la iglesia, unos 1.000 metros cuadrados de superficie. Y revela que puede tratarse de un espacio monástico femenino. Antes, ya existía un santuario vetón con un verraco; ya con un culto pagano antiquísimo, fue cristianizado, según detalla Morín. El verraco fue sustituido y ajustado a un ábside. Mientras, construían la iglesia con un enterramiento a los pies y un recinto con un espacio monástico.

San Pedro de la Mata figura mencionada en las 'Relaciones topográficas de Felipe II', del siglo XVI, pero consta como descubridor para la comunidad científica el Conde de Cedillo. Desde entonces, abundan las referencias, pero faltaban estudios arqueológicos que evidencien la época visigoda.

Los especialistas diferencian cuatro fases constructivas; la primera de ella corresponde a la época visigoda. La iglesia está construida con muros de sillares de granito y presenta una planta cruciforme con un ábside rectangular. «El ábside es el único espacio que no cuenta con acceso propio dentro del templo, como corresponde a su condición de santuario restringido exclusivamente al clero oficiante», detalla la publicación escrita por Morín con Rafael Barroso, Jesús Carrobles e Isabel María Sánchez, esta última codirectora con Morín de este yacimiento y de 'Los Hitos'.

Morín tiene claro que la iglesia solo tiene una nave a los pies. Al respecto, vincula la planta cruciforme con el mausoleo de Gala Placidia; hasta entonces, eran circulares. Se popularizó, y San Pedro de la Mata fue una de las primeras. El origen: el siglo VI. Al hilo de Santa María de Melque.

«En las iglesias visigodas, existía una segregación del espacio muy marcada. En la cabecera estaba el santuario, al que sólo podía acceder el sacerdote, que oficiaba la misa de espaldas y en latín. Este espacio estaba separado del coro, donde estaban los diáconos y los presbíteros, por canceles y cortinajes. En la nave, la gente, separada por sexos», apostilla la publicación sobre San Pedro de la Mata.

Morín busca indicios para asentar la sospecha de que se trata de un monasterio, como una cita que menciona la donación de un espacio para la construcción de un monasterio femenino, con la referencia al nombre latino de la cercana localidad de Los Yébenes.

Esta campaña liberará de piedras el enclave y devolverá el aspecto que observó en 1903 el Conde de Cedillo cuando dibujaba el Catálogo Monumental de la Provincia. «Se conserva todo igual, excepto la puerta del acceso sur, que se ha caído», señala. Ahí se incorpora al relato la Escuela de Arquitectura de Toledo, que colabora desde hace dos años. Los jóvenes dibujaron ya todo el edificio y sacaron las proporciones.

Ahora, llega la reconstrucción del arco que aparece en la fotografía del Conde de Cedillo de 1903. Más bien, en septiembre u octubre. Entonces, empezará la recolocación de las piezas encontradas en el yacimiento. «Vamos a volver al aspecto primigenio. Volveremos a esa foto», subraya el arqueólogo.

 Por entonces, vivía una familia en los restos de la iglesia. Tras la Guerra Civil, el lugar fue abandonado. «Es una de las primeras iglesias visigodas que se da a conocer en España, pero luego ha caído en el olvido. Es un espacio excepcional. Es de la más grandes de nuestro país. Y se conserva en pie. No hay mucha pérdida de volumen. No sería muy complicado volver a colocar una cubierta. No sería una locura», asevera. Dentro de unos meses, San Pedro de la Mata lucirá más guapa.