En Fedeto el teléfono no para de sonar desde que se conoció que el Gobierno regional iba a endurecer las restricciones del nivel 3 que ya mantenía Toledo desde hace días. El nuevo decreto, vigente desde el martes incluye el cierre de comercios y otros negocios que superen los 300 metros cuadrados, una medida que ha puesto en jaque a un sector que ya viene asumiendo numerosas pérdidas desde hace meses, «las rebajas tampoco estaban cumpliendo las expectativas» y la incertidumbre se ha instalado en un sector que busca salida para sortear cierres definitivos.

Ante este panorama, la Federación Empresarial Toledana (Fedeto) está asesorando a los comercios e intentado buscar alguna alternativa posible para intentar mejorar la situación económica. En este caso, el secretario general de la entidad, Manuel Madruga, tilda de «desastre» la situación, remarca la necesidad «de que lo primero es la sanidad para luchar contra la pandemia y el cumplimiento de medidas», pero también llama la atención sobre la problemática de un sector que arrastraba unas pérdidas del 40% el año pasado, que había salvado por debajo de lo esperado las Navidades, y se ha encontrado con un mes de enero muy complicado por el temporal y las fuertes restricciones sanitarias, que están impidiendo la actividad, con pérdidas del 50% de las ventas a pesar de encontrarse en periodo de rebajas.

En principio, Madruga avanza la posibilidad de que el sector prorrogue el periodo de rebajas este año para intentar amortiguar este parón, aunque todavía no hay nada decidido. Si bien, lo que sí está claro es que el pequeño comercio necesita ayudas, tanto derivadas de la administración regional, a través de sus presupuestos, como de la ciudadanía a través de su respaldo y de la compra de productos para evitar que muchos de los negocios echen el cierre los próximos meses.

«El consumidor tiene que aprovechar porque se va a encontrar una mayoría de grandes productos a precios muy económicos». Entiende que en estos momento el comercio on line está creciendo muy deprisa y es entendible, pero el secretario general de Fedeto insiste en que las administraciones y de la ciudadanía para no encontrar «calles desiertas de negocios, algo que provoca mucha inseguridad ciudadana, como ocurre en algunas zonas de Madrid».

revisión de medidas. Desde Fedeto se está intentando poner en contacto  con laJunta para tratar determinadas consecuencias que derivan del cierre generalizado de locales de más de 300 metros cuadrados, por si hay posibilidad de que se incluyan algunas excepciones que no alterarán el objetivo de las restricciones sanitarias vigentes porque se cumple a rajatabla con las medidas de seguridad y no aumenta la posibilidad de contagios.

En este caso, Madruga observa que el cierre de estos locales de más de 300 metros es una medida que se queda muy abierta, y el sector no la entiende cuando las primeras medidas de la desescalada permitían abrir a los locales de menos de 400 m2, y «quizá podría concretarse más y acompañarla de algunas excepciones, lo que permitiría que muchos comercios y negocios siguieran abiertos con medidas, por ejemplo, los concesionarios. «Se cierran porque son locales de importante tamaño, pese podría limitar su espacio a esos  300 metros cuadrados reduciendo la exposición y otras zonas de las instalaciones para abrir y cumplir con las medidas a su vez. Madruga insiste que esta fórmula valdría  para otros muchos locales, por ejemplo, algunos negocios en el barrio deSanta Teresa con más metros, lo que aliviaría algo las pérdidas.

Por otro lado, el secretario general de Fedeto también alude a la posibilidad de que abrieran sus puertas otros establecimientos, como los gimnasios, sin ir más lejos, siempre que fuera para atender a clientes de manera individual, evitando las concentraciones, «ya que el deporte es una cuestión de salud para muchas personas».

crisis económica. Madruga remarca que los empresarios «entienden el motivo por el que hay que aplicar medidas, pero se consideran muy afectados, como apuntan los hosteleros desde hace meses, porque «hay que continuar pagando los gastos» a pesar de no tener actividad. La incertidumbre es importante, explica el secretario general de Fedeto, y en estos momentos «uno de cada cuatro comercios corre riesgo de cerrar» y si no se ayuda al sector de alguna manera «pronto serán dos de cada cuatro negocios».

«Lo más curioso es que los culpables de lo que está ocurriendo con esta tercera ola del virus son los propios ciudadanos, pero al final los platos rotos los están pagando los empresarios». Madruga insiste en que todo indica «que como no se puede controlar al particular se controla al empresario» y las medidas  avanzan hacia un «autoconfinamiento» debido a la práctica paralización de la actividad, el cierre de los centros comerciales, la suspensión de la actividad cultural  y las restricciones de movilidad. Si bien, Madruga concluye que en los negocios hosteleros y en los comercios hay «menos peligro de contagio que en los domicilios».