La mediación en distintos ámbitos, incluida en los juzgados, es una manera ágil y muy válida para resolver muchos asuntos, una fórmula aceptada, necesaria y defendida  en la teoría, pero en la práctica se sigue topando con demasiadas trabas por falta de modernización, de implicación y de cultura. Así podría resumirse lo que ocurre en estos momentos con la mediación intra judicial en  Toledo, un proyecto experimental que arrancó hace años y que está prácticamente paralizado porque no recibe asuntos de los juzgados de Primera Instancia e Instrucción.

Ayer se celebró el Día Europeo de la Mediación y el Consejo General del Poder Judicial también emitió un comunicado de apoyo y subrayó la necesidad de impulsarla, de buscar nuevas fórmulas, de unificar criterios y de implicar a los jueces. Si bien, todo eso queda muy lejos para Toledo a pesar de las expectativas que manejaba hace años Mediacon (Asociación de Mediación y Pacificación de Conflictos de Castilla-La Mancha) cuando comenzó su actividad en los juzgados de la capital, concretamente en la biblioteca del Palacio de Justicia, de la mano de un convenio con el CGPJ pese a que el colectivo no recibía contraprestación económica.

«Aquí está todo muy parado», explica Maite Delgado, presidenta de la asociación, a pesar de que el  proyecto funcionaba muy bien desde que se implantó a finales de 2012. Es más, las cifras eran modestas porque muchos jueces aún no estaban sensibilizados con la utilidad de la mediación, pero resolvía más de 150 casos anuales, con un índice de acuerdo de prácticamente el 80%. El servicio fue ganando peso comparado con el de otras provincias y un equipo compuesto por ocho profesionales que dedicaba muchas horas a conflictos civiles, familiares, penales o mercantiles como alternativa al ámbito judicial.

Sin duda, uno de los mejores aliados de la mediación ha sido el actual presidente de la Audiencia Provincial, Juan Ramón Brigidano, cuando ejerció como juez decano y titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 y de lo Mercantil, puesto que derivaba bastantes asuntos de su materia y era partidario de que la mediación cobrar más peso en el ámbito judicial y alcanzara presupuesto por parte del Ministerio de Justicia para que dejara de ser un proyecto experimental  sin remunerar.

En este caso, también el actual juez decano de Toledo, José Ramón Bernácer, ha comentado en más de una ocasión la necesidad de que la mediación sea «una apuesta firme, porque es posible y conveniente en muchos casos, pero es necesario dotarla de medios». Además, suele poner de ejemplo su buen funcionamiento en la jurisdicción de menores, que acapara prácticamente el 50% de los asuntos de este juzgado.

También desde el Colegio de Abogados se subrayó en la anterior efeméride que la mediación intrajudicial evitaría el 10% de los procedimientos civiles. Un porcentaje significativo que ayudaría a aliviar la saturación que sufren los juzgados desde hace años.

Legislación El anteproyecto de Ley de Impulso a la Mediación continúa aún sin fecha de aprobación a pesar de que ya pasó por Consejo de Ministros hace dos años. Desde Mediacon esperan que pueda entrar en vigor a mediados de año siempre que su tramitación no se vea alterada o relegada por la pandemia de Covid-19. Quizá se convierta en el mejor aval para que  este sistema de resolución de conflictos cale de una vez en la administración de Justicia. Desde el CGPJ hablan de su «utilidad» y reiteran «su compromiso» para avanzar en esta materia.

En principio, la nueva ley obligará a intentar resolver los procedimientos civiles y mercantiles más comunes con la figura de un mediador antes de llegar al juez, se incorporará la mediación en la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita como un servicio más y se reforzará el sistema que ayudará a descongestionar los juzgados. Si bien, el anteproyecto ha recibido las críticas de varias asociaciones de abogados porque consideran que no hay muchos letrados especializados en arbitraje.