La historia se repite en Toledo. Las altas temperaturas que azotan el valle del Tajo, la falta de humedad y el viento cambiante han sido el cóctel perfecto para que, tras lo que sin duda parece una negligencia humana --se apunta a una chispa procedente de una cosechadora--, se haya desencadenado un incendio de grandes magnitudes y un impacto ecológico terrible, aún por cuantificar. "Un año más las altas, temperaturas, la escasa humedad y el viento cambiante nos han jugado una mala pasada", asegura uno de los bomberos desplegados en el incendio desatado en los terrenos colindantes a 'Puy du Fou'.

Una llamada al 112 alertó a las 13:03 de la existencia del fuego, aunque las llamas ya llevaban un tiempo devorando el pasto y los matorrales de la finca Zurraquín. Sin apenas reacción, el fuego se colocó a las puertas del parque de espectáculos sobre la historia de España 'Puy du Fou', que en esos momentos contaba con unos 2.500 visitantes en su interior y 700 empleados trabajando.

La actuación de los bomberos de Toledo, GEACAM, la Policía Nacional y protección civil ha sido clave para que todo el desalojo del parque se haya desarrollado con total normalidad, especialmente el traslado de los centenares de niños de excursiones escolares que en esos momentos estaban en Puy du Fou.

El calor y el viento se alían con el incendio de Zurraquín - Foto: Alfredo García

El fuego no llegó a poner en riesgo el parque, ya que fue combatido y frenado, pero el fuerte viento que se ha levantado por la tarde arrastra las llamas en dirección hacia Albaerreal de Tajo.

En estos momentos, a las 20:11 horas, trabajan aún en la zona 8 medios aéreos y 111 personas para tratar de controlar un incendio de Nivel 1 de alerta.

El calor y el viento se alían con el incendio de Zurraquín - Foto: Alfredo García

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