Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


La necesidad de la tierra

08/07/2022

El Thorin y yo, aún más, necesitábamos venir. Has sido unos meses agitados, intensos y movidos con 'Tierra Vieja' de aquí para allá. Con muchas alegrías, y sus espinitas como tiene que ser, pero durante todo ese tiempo no he tenido ni día libre ni siquiera cuando el Covid me vino a ver y lo tuve de okupa unos días, pues, aunque pospuse alguna presentación, seguí vía telefónica, telemática y escrita, ahora no hay quien escape, dale que te pego al asunto y a todos los añadidos que nunca son pocos. Así que estaba que necesitaba campo, monte, tierra y descargar más que el comer. Y en cuanto acabaron las fiestas de mi pueblo, Bujalaro, que fui, disfruté y además le presenté el libro a la familia, que eso, mayormente son, y me pasé por Valfermoso de las Monjas, el más antiguo monasterio de nuestras tierras, a dejarles a las hermanas un ejemplar (sale su historia), salí enhebrando para el Enebral.
La primera tarde me recibió con un algarazo de los fuertes que refrescó el reseco montarral y me despejó cabeza. Calores vendrán, seguro, pero ahora escribo con olor a tierra mojada que me inunda como una bendición.
He traído libros para leer y recado de escribir. Pero ahora solo y hasta que me lo pida el cuerpo en lo único que quiero estar es en mirar, oler, escuchar, sentir y esperar que llegue la noche para, rodeados del silencio dormir, tal vez soñar.
Mañana ya habrá muchas cosas que hacer, además de las del oficio, porque en el campo no se acaba nunca de arreglar, o de estropear, algo. También comenzaré a preparar algunas salidas del cubil, encaminadas casi en exclusiva a los pueblos de la provincia que tengo en mente visitar, 'Tierra Vieja' es ante todo un homenaje a ellos, pero será de ida y vuelta. Me ronda ya un nuevo proyecto literario por la cabeza y nada le revive más a uno que comenzarlo a perpetrar. Esa es la vida del escribidor. Andar con la novela recién parida bajo el brazo y estar dándole vueltas ya a la otra criatura que anda enredando por el magín.
Este sábado tengo también un deber que cumplir. Cruzaré la sierra de Altomira para acercarme a Huete y rendir homenaje a quien fue un gran y generoso amigo, Paco Uribes, el fundador del Pago de Calzadilla, la bodega conquense que hace uno de los mejores, sino el mejor, de los vinos de nuestra tierra. Un día me lo presentó uno de los grandes en esas artes, Carlos Falcó, el Griñón, marqués, y señores los dos. Ambos, amigos, dejaron con su muerte que también quiso llevárselos en collera, más triste está tierra. Este día 9 de julio, siguiendo una tradición establecida por Paco, se elevarán entre sus viñas los sones del jazz, y será el momento de recordarlo y brindar por él y la fructífera vida que supo vivir.
PD.- No puedo evitar, y nada más produce mayor desasosiego y malestar, el tener que escribir la enorme pena y el inmenso dolor de ver cómo, y encima llamando al engendro Ley de Memoria Democrática, el Gobierno sanchista-podemita, me resisto aún a otra definición, entrega a los herederos políticos de ETA, la autora de 856 asesinatos y la peor de las lacras contra la que hubo de luchar nuestra recién nacida democracia, y que ni siquiera condenaron ni condenan tales crímenes, el relato de aquel tiempo para que vuelvan a convertir, como hacían, a las víctimas en verdugos y los verdugos en víctimas. ¡Que solos, PSOE, estáis dejando a los muertos! Algunos tan vuestros que llevasteis su féretro, cubierto con vuestra bandera, a hombros a enterrar.