Nueva victoria judicial para Silvio Berlusconi. El ex primer ministro italiano de 86 años y líder de Forza Italia fue absuelto ayer de los cargos de corrupción en el llamado caso Ruby, un escándalo desatado a raíz de una serie de fiestas privadas en su mansión de Árcore (Milán) en las que supuestamente se ofrecían relaciones sexuales con prostitutas menores de edad.
Un tribunal de Milán decidió exonerarlo junto a otros 28 acusados de perjurio, tras una vista judicial a puerta cerrada que se prolongó durante dos horas. El fallo de los jueces llega seis años después de que arrancara la investigación contra Berlusconi por haber pagado supuestamente unos 10 millones de euros a testigos para que declararan en falso durante las investigaciones sobre su relación con la bailarina marroquí Karima el Mahroug, conocida como Ruby, cuando esta todavía era menor de edad.
El exmandatario -que fue acusado de comprar el silencio de los asistentes a sus fiestas- reiteró repetidamente su inocencia y defendió que era «generoso» recompensar a aquellos que habían visto su vida «arruinada» por la investigación judicial en cuestión.
Tanto Berlusconi como otras 28 personas estaban así acusadas de dar falso testimonio en los dos juicios desarrollados por este sonado caso. Los testigos obtuvieron dinero y otros beneficios, según planteaba la acusación, que pedía penas de seis años de prisión.
Ahora, los jueces consideran que no hay indicios suficientes para declarar culpables a los acusados, si bien la Fiscalía lamentó esta decisión. «Hemos trabajado con la gran convicción y las pruebas que, desde nuestra perspectiva, no acarreaban duda alguna sobre los hechos de corrupción denunciados. Seguimos convencidos de que ha habido perjurio y corrupción», aseveró en tono crítico el fiscal Tiziano Siciliano.
Este triunfo judicial pone fin a más de 10 años de procesos derivados de aquella noche en la que se detuvo a la menor marroquí, que acudía a las famosas fiestas bunga-bunga que le gustaba organizar al político. Una de las participantes en estas singulares celebraciones, la también marroquí Imane Fadil, declaró en una de las vistas del caso que entre los juegos eróticos en la discoteca de la mansión del magnate, estaba el striptease de chicas disfrazadas de monjas y de Ronaldinho, con careta y traje del Milán.
El cuatro veces primer ministro italiano celebró el fallo y afirmó que el proceso le ha pasado una dura factura personal. «He sido finalmente absuelto después de once años de sufrimientos, calumnias y daños políticos incalculables», aseguró en un comunicado.
«Esto porque he tenido la suerte de ser juzgado por magistrados que han sabido mantenerse independientes e imparciales ante acusaciones infundadas», agregó.
La primera ministra, Giorgia Meloni, calificó el veredicto de los jueces como una «óptima noticia» para la política italiana.