Denuncian la presencia de ratas por el Cristo de la Vega

J. Monroy
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Una vecina ya ha avisado al Ayuntamiento, pero la empresa desratizadora le ha informado de que no puede poner veneno en la vivienda abandonada en la que están los roedores

Denuncian la presencia de ratas por el Cristo de la Vega - Foto: Yolanda Lancha

Fue el pasado día 23 de diciembre, sobre las tres y media de la tarde, cuando Margarita regresaba de su trabajo desde la Fábrica de Armas, por el paseo del Cristo de la Vega. Pasada la Consejería de Fomento, antes del cruce de la Venta de Aires, contempla por la venta da de una casa abandonada dos ratas, casi saludando. A partir de entonces, ha podido comprobar la presencia de roedores en el inmueble en ruinas y la hierba que les sirve de refugio a casi cualquier hora del día.

Su reacción no pudo ser otra que poner en conocimiento del Ayuntamiento de Toledo este problema de salubridad. Rápidamente, a los tres días, recibió respuesta por parte de la empresa encargada del control de plagas. Para su disgusto, parace que no puede hacer nada, dado que las ratas están en una prioridad privada. No es un lugar con alcantarillas, por lo que no pueden poner allí el veneno. Por ley, el control de plagas no puede actuar en esta casa derruida, y tampoco puede poner el veneno en la cuneta o la vereda, porque podría matar algún perro. La única opción sería una madriguera con fácil acceso.

Soluciones. Los roedores están en el entorno de un edificio blanco, con tres ventanas, que está abandonada, medio derruido. Se encuentra en un espacio muy transitado por deportistas, estudiantes y trabajadores, pero sin mucha más vida que la cercana consejería, por lo que parece un tanto descuidado, un descuido que puede facilitar la presencia de las ratas y otras alimañas. Por ejemplo, denuncia la vecina que ha elevado la alarma al Ayuntamiento, allí no se han limpiado las veredas. Además, allí hay dos contenedores de basura que están ya bastante viejos, con lo que si los roedores tienen donde comer, es muy posible que se acerquen a los mismos.

Si las ratas salen a la luz a las tres y media de la tarde, a plena luz del día, es que no tienen miedo, y probablemente no sean las únicas, apunta. Y con la velocidad a la que se reproducen, pueden suponer un problema en poco tiempo.

En vista de que la compañía exterminadora de plagas no puede actuar, esta vecina espera que el Ayuntamiento busque alguna solución cuidando el entorno, que, por lo menos, quite las malas hierbas donde se pueden refugiar las ratas. Quizás también se podría poner contenedores menos deteriorados, o más cerrados, para que los roedores no puedan acceder, «tampoco creo que sea muy complicado ponerle remedio». Otra cosa sería, dado que se trata de un problema de salud pública, que el Ayuntamiento se ponga en contacto con la propiedad y la pida que acaba con las ratas o dé permiso para que lo haga en su lugar.