En el campus de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha hay muchos alumnos con estudios musicales. Los hay que están haciendo Magisterio Musical. Pero también quienes, por ejemplo, han hecho el grado profesional del Conservatorio y ahora están estudiando una Ingeniería, dejando, muy a su pesar, la música un tanto apartada, dado lo complicado de ambas carreras. Pero ya tienen un espacio para olvidarse de ecuaciones y números, o lo que toque en cada carrera, y deleitarse tocando su instrumento.

La Universidad de Castilla-La Mancha ya tiene su propia orquesta sinfónica en Toledo. El pasado mes de noviembre surgió entre sus actuales y nuevos alumnos esta agrupación, que se junta para ensayar los viernes y que ya ha dado su primer concierto en el Campus.

A la experiencia se han apuntado alumnos actuales, pero también antiguos alumnos o profesores. Fue la profesora María José Sánchez Parra, antigua alumna, por cierto, de Educación Musical, la que tuvo la idea de formar esta orquesta. Tiene como director a Alberto Muñoz Lozano, también antiguo alumno, y como concertino de violín a Álvaro Sáez, quien tras salir del Conservatorio de Toledo, estudia en el Superior de Madrid. Hoy son 35 personas de Toledo, pero la orquesta, apunta Sánchez Parra, está abierta a quien se quiera acercar.

El Campus de Toledo estrena su propia Orquesta SinfónicaPrimer concierto. Los ensayos de la orquesta sinfónica comenzaron, por lo tanto, en noviembre. Aunque cumplieron el reto de dar su primer concierto antes de las navidades. El concierto de presentación fue, por lo tanto, este lunes, día 12, a las ocho y media de la tarde en el Paraninfo de Envases de Cartón, con entrada libre.

La recién creada orquesta interpretó sobre todo bandas sonoras, como las de Gladiator, Memorias de África o La Conquista del Paraíso. Pero también la Pavane de Fauré y algunos villancicos. «Fue muy bonito porque había alumnos de la Universidad, también antiguos alumnos o profesores que están trabajando y que han querido unirse al proyecto, y también alumnos que aunque no están en música, están en otras carreras y les apetece seguir teniendo contacto con la música», apunta Sánchez Parra. La idea es tener ahora nuevos encuentros, cursos de la Universidad abiertos a todo el mundo, con un crédito de libre configuración. El siguiente encuentro será para febrero.