El CD Toledo será uno de los 90 equipos que estrenará la nueva Segunda RFEF. Se lo ganó en el campo, con la ayuda de la grada. Porque este ascenso es de muchos. Los primeros, los jugadores. Supieron aguantar una presión absoluta por tener que subir. No había otra solución. Tampoco una respuesta diferente. Y, aunque el CD Quintanar del Rey prendió la mecha en varias ocasiones, los de Diego Merino no dejaron que llegase a los petardos. El protagonismo le llegó esta vez a Jokin Esparza. Uno de los pesos pesados. De los veteranos. De los que agarraron el mando y han puesto al club más a las vistas.

El partido arrancó con el público completamente entregado. Una pase al aire que Rubén Moreno solo pudo seguir con la mirada fue coreado como si de una ocasión clara se tratara. La adrenalina permanecía en el cuerpo. El CD Quintanar del Rey intentó quedarse con la posesión en esos primeros minutos. Los de verde, sin riesgos. No era necesario. Estaban en Segunda RFEF.

Leo Blázquez tiró desde lejos en el rechazo de un saque de esquina. Poco más que llevarse a la boca. Por lo menos, reinó la cordialidad, sin brusquedad y sin interrupciones. Nadie estaba por la labor de darse más de la cuenta, pero los visitantes, al contragolpe, pegaron algún que otro susto, con Kain intentando terminar las jugadas de sus compañeros por el centro y por la derecha.

El CD Toledo ya es de Segunda RFEF (1-0)

Los aficionados conquense se crecieron. Con razón. Su equipo había asumido ya el mando. Eso sí, a su manera. Porque la final se jugó por impulsos. Con sus tiempos. Como si ambos pensaran que todo estaría a su favor. Al cuarto de hora, Fran Sabaté ejecutó una de las especialidad de los toledanos, una falta al borde del área. César Ortiz se adelantó a todos y atacó la pelota con la cabeza, aunque con poca decisión, así que Ferrán la atajó sin ponerse nervioso.

Nadie lo tenía atado, pero, claro, el 0-0 le valía a los de casa. El problema es que un gol lo cambiaba todo. Campoy puso a prueba el aguante de los aficionados con un lanzamiento escorado que se topó con el palo izquierdo de la portería de Olmedo. Era ya momento de murmullos. De charletas. No estaba gustando la obra. El CD Toledo era incapaz de iniciar desde atrás y solo se defendía, con despejes, del manejo del Quintanar.

La pausa de hidratación, a la media hora, debía ser ese tiempo muerto necesario para contener la tendencia. Se consiguió. A medias. El choque estaba anestesiado. Como sin ritmo. A impulsos. El ataque con balones largos a Rubén Moreno ya es conocido por su insuficiencia. Quedaba aguantar el empate y esperar a un error, una genialidad o un fallo. Los de enfrente, de momento, no lo tenían.

El CD Toledo ya es de Segunda RFEF (1-0)

En el descanso, las supersticiones y los dramas de temporadas pasadas se vieron volar por el Salto del Caballo. No terminaba de encajar la propuesta con las ilusiones de la afición, que quizás estaba sufriendo más de lo que lo hacía el equipo. Por lo que estaba en juego. Campo y entró de nuevo por la derecha, a los cinco minutos de la reanudación, y el silencio se apoderó del estadio. Su centro lo mandó Chele a córner. Luego, Felipe Belmonte perdonó tras superar a toda la defensa.

Sin embargo, el fútbol tiene cambios de guion inimaginables. Y para Jokin Esparza, el del minuto 60, quedará grabado para siempre. Al navarro le llegó un robo en el medio campo que, con la zurda, puso la pelota en la red, sin que Ferrán pudiese entorpecerle. Si antes ya tenía el bastón de mando el Quintanar, los de Carlos Gómez lo acrecentaron después de encajar el 1-0. Por cierto, Merino quitó al autor del gol para meter a Álvaro Antón.

A balón parado, el CD Toledo pudo aumentar la renta. Mansour tuvo la culpa. Ferrán paró su lanzamiento. El marcador a favor permitió a los de Diego Merino recuperar fuerza en la presión. Eso debilitó los ataques del contrario. Con salvedades. Porque Álvaro Collado remató solo dentro del área un centro de un compañero que salió picado y afuera. La tensión ya era menos tensión. Más bien era ansiedad por no ver cerca el pitido final. El técnico de Mérida ejecutó su segundo cambio. Jaime Hoyuela por Fran Sabaté. Cuatro mediocentros en el campo. Sin bandas. Qué más da. Ahora sí que sí, lo ideal era que pasara el tiempo.

El CD Toledo ya es de Segunda RFEF (1-0)

Llegó el descuento, con todo ya resuelto. Fueron seis minutos para tener cabeza y no complicarse la existencia. Entraron los nervios. Era normal. Incluso dio tiempo a la apoteosis con un gol de Jaime Hoyuela que el colegiado García Rubio (del que nada se hablará ya) anuló por fuera de juego. Y la trifulca que no se había dado en 90 minutos, se dio con el equipo ya de otra categoría. Afeó un ascenso que se podía haber celebrado antes. El caso es que se puede gritar muy algo: ¡Hola, Segunda RFEF!

FICHA TÉCNICA:

CD TOLEDO: Olmedo, Chele, Mansour, César Ortiz, Samu Gomis, Mamau, Rodri, Leo Blázquez (Cubero, minuto 90+1), Fran Sabaté (Jaime Hoyuela, minuto 82), Esparza (Álvaro Antón, minuto 63) y Rubén Moreno.

CD QUINTANAR DEL REY: Ferrán, Felipe Belmonte, Chema Lorente, Ricardo, Eloy, Jesús García (Roque, minuto 90+3), Kain, Sanjuán (Iván Albert, minuto 70), Campoy (Álex Jiménez, minuto 70), Marcos (Álvaro Collado, minuto 46) y Carlos Jiménez.

ÁRBITRO: García Rubio. Amonestó a los locales Mansour y César Ortiz, y a los visitantes Jesús García, Sanjuán y Álex Jiménez. Expulsó al entrenador del CD Toledo, Diego Merino.

GOLES: 1-0 (minuto 60). Esparza.