CLM quiere reducir a la mitad el desperdicio alimentario

L.G.E.
-

Castilla-La Mancha desperdicia al año 60.000 toneladas de alimentos, lo que tiene un coste de 500 millones de euros. Se calcula que cada ciudadano tira a la basura 31 kilos cada año. El Gobierno ha aprobado una estrategia con 68 medidas

CLM quiere reducir a la mitad el desperdicio alimentario - Foto: Javier Pozo

En Castilla-La Mancha se desperdician cada año 60.000 toneladas de alimentos, lo que tiene un coste económico de 500 millones de euros. Por aterrizar en unas cifras más entendibles, cada persona tira a la basura 31 kilos de alimentos cada año, lo que supone desperdiciar también 250 euros. Además se calcula que todo esto provoca el 8 por ciento del total de gases de efecto invernadero. Por eso la Junta tiene una Estrategia contra el Desperdicio Alimentario, con 68 medidas, que aprobó en el último Consejo de Gobierno. El objetivo es reducir a la mitad estas cifras para 2030. Entonces cada castellano-manchego tendrá que tirar como mucho al año unos 15 kilos de comida a la basura. 

El consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, presentó esta estrategia esta mañana en el foro regional contra el desperdicio alimentario. Escudero contó que, por parte de la Junta, se asumirán en sus compras y contrataciones «criterios de medidas contra el desperdicio alimentario». Además estudiarán en detalle la situación que hay en Castilla-La Mancha para tener un diagnóstico en detalle y poder diseñar actuaciones específicas. Escudero comentó que, por ejemplo, el tipo de alimentos que más se desperdicia son las verduras, pero que ese es un dato estatal. 

Escudero defiende que a la hora de comprar se desperdicia menos si se fomenta el granel, pero que también quieren trabajar con las empresas para reducir las unidades de algunos envases cuando habitualmente no se consumen tantas. En la restauración, comenta que «ya no nos da vergüenza cuando vamos a un restaurante y dejamos alimentos en el plato, pedir que nos lo podamos llevar». También ve muy positivo el nicho de empleo que se va a generar para la valorización de los excedentes de alimentos que, por ejemplo lleguen de la restauración. Avanzan que quieren trabajar con «entidades sin ánimo de lucro a hacer esa recogida de excedente, tratarla con garantías de seguridad alimentaria, para darle un segundo uso».