Además de ser una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo, Damasco brinda su huella a la perpetuidad mediante un arte que, traído de las estribaciones orientales de la cordillera del Antilíbano, brilla en Toledo con esplendor.Se trata de una labor lenta, esforzada, que en ocasiones pasa de padres a hijos, o de maestros a discípulos, como en el caso de Raquel de la Torre, quien, a través de su taller en el Casco antiguo de Toledo, brota para todo el mundo el bello arte de las formas geométricas a través una de las artesanías más ancestrales de la ciudad mágica de las tres culturas.Su vocación nace de la admiración y observación a su padre, aunque "aunque jamás hubiera imaginado que terminaría dedicándome a ello". Empezó a practicar la incrustación del hilo, y "se dio bien". Desde entonces no ha dudado en continuar. El damasquino, cuenta, se trata de "otra forma de vivir y sentir las cosas", mediante adentrarse en el aprendizaje y en la idea de querer hacerlo siempre un poco mejor. Los primeros años se centró en el estilo tradicional árabe, manteniendo esa elegancia que tiene el damasquino, pero quizás hacia un camino "más fresco, de diseños más sencillos y nuevos símbolos geométricos", aunque con las técnicas de siempre.Marca como punto de inflexión la apertura de su web en 2019. Liberada del hecho de producir para talleres, encontró la "libertad" de un escaparate que era únicamente "suyo", lo que le permitió "llevar el damasquino hacía una visión más actual". Esta apuesta salió bien, por suerte "tuvo buena aceptación y se agradeció este nuevo enfoque". La demanda de diseños más actuales es elevada, según comenta, aunque también siguen muchos clientes fieles a los diseños más tradicionales por lo que compaginan ambos estilos. En estos tiempos que corren, las redes sociales tienen un papel clave, "siendo una herramienta muy valiosa", ya que hoy en día es un medio muy potente a la hora de lanzar un negocio, ya sea cual sea, es una opción publicitaria indispensable. Un lustro dedicada al damasquino que reluce casi tanto como las joyas que manufactura, y en las que no deja de ponerse metas y pensar en cómo continuar avanzando. "Siempre he querido alcanzar un estilo más orgánico, aunque la geometría nunca deja de sorprenderme, una fusión de ambos es lo que me hace encontrar una armonía en mis diseños" relata.Un planteamiento tradicional que no deja de innovar. "Me gusta fusionar el damasquino con materiales naturales y de producción artesanal. Como las dilataciones para la oreja o las cajas de madera hechas a mano, ahora estoy con otros productos adaptados al cuero" y que llevan a que desde muchos lugares se fijen en su trabajo. "El pasado mes de octubre tuve un encargo para el atrezo de la nueva precuela de Juego de tronos 'La casa de los dragones'" apunta, desgranando que se trata de dos piezas, un colgante y un espejo de mano pequeño, que podrán verse en la pequeña pantalla el próximo 2022. Este hecho refrenda el reconocimiento que fuera de nuestras fronteras encuentra su producto. "Fuera es más apreciado y demandado" afirma. Pone el ejemplo de Estados Unidos donde "son conscientes de lo que conlleva una producción hecha a mano y de calidad, y entienden otra forma inteligente de consumir. Es decir, en vez de comprar cinco productos de calidad media o baja, prefieren obtener solo un artículo quizá por el mismo precio, pero valorando más la calidad que la cantidad".Un hecho que contrasta con la percepción de un trabajo no valorado lo suficientemente dentro de nuestro país. "España no termina de valorar realmente la artesanía que tiene". La artesana lo achaca a la "falta de conocimiento". Hay que tener en cuenta, asegura, que se trata de "una producción sostenible, que apuesta por la calidad y que favorece al negocio local, que no debe desaparecer".Mientras tanto, esta joven emprendedora y artesana continuará creando arte, con sus manos desde su taller del Casco histórico donde encuentra "la tranquilidad y la inspiración necesarias".