Un diamante por pulir

Jaime Galán
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La Casa del Diamantista se someterá próximamente a una reforma integral después de ser espacio de una leyenda histórica, sufrir los daños de la Guerra Civil y la sede de la Escuela Taller de Restauración

Vista de la Casa del Diamantista desde el mirador del Valle. - Foto: Yolanda Lancha

No está claro del todo que el orfebre José Navarro ya viviera en esta apasionante maravilla arquitectónica cuando recibió el encargo de realizar la corona de la reina de España Isabel II, pero quién sería el autor de estas líneas para arrebatar la magia de una leyenda toledana. Los tabiques que aún sujetan la famosa Casa del Diamantista junto al río Tajo, pese al evidente deterioro de su interior, presenciarán próximamente un nuevo episodio de evolución histórica.

El inmueble propiedad de la Confederación Hidrográfica del Tajo se convertirá aproximadamente en el año 2025 en un nuevo atractivo patrimonial de la ciudad. Aunque por historia y cultura ya lo es, el ciudadano podrá visitarlo cuando este organismo con la colaboración del Ayuntamiento de Toledo lo convierta en un espacio expositivo de arte, cultura y ocio.

El proyecto para su rehabilitación, que contará con una inversión de dos millones de euros, ha permitido acceder a las fotografías del interior del inmueble, en las que se observa un patio interior toledano a doble altura que está rodeado de habitaciones que bien parecen cuevas e, incluso, que cuenta con un pozo o con la presencia de la misma piedra de la montaña en la propia casa. 

La terraza se encuentra llena de escombros por el derrumbe de un muro.La terraza se encuentra llena de escombros por el derrumbe de un muro. - Foto: CHTA esto hay que sumarle una amplia terraza con vistas al río que se encuentra llena de escombros por los efectos del temporal en la ciudad. En definitiva, un lugar legendario que el paso del tiempo le ha traído daños, humedades o hasta termitas. 

La vivienda que un día ocupó uno de los pocos orfebres con residencia en Toledo que trabajaba el diamante, pasó de ser protagonista de la leyenda de José Navarro a ser prácticamente derruida por la Guerra Civil Española y los efectos de las riadas. En los años setenta, el edificio fue rehabilitado por el arquitecto Fernando Chueca Goitia, lo que sirvió para que en la década de los noventa el inmueble diera uso a la Escuela Taller de Restauración. 

El proyecto de rehabilitación integral contempla dotarlo de un centro expositivo artístico, cultural y de ocio o restauración.
El proyecto de rehabilitación integral contempla dotarlo de un centro expositivo artístico, cultural y de ocio o restauración. - Foto: CHT
Ahora, o mejor dicho, en 2025, la modernidad absorberá su uso con un ascensor interior, un centro de interpretación del río Tajo y hasta una zona de restauración en su terraza. Otro avance más de la evolución histórica del edificio que homenajeará a su propio nombre con una luminaria en la parte superior que tendrá forma de diamante. Quién sabe si los pequeños duendes que la leyenda cuenta que ayudaron a José Navarro a crear la corona de Isabel II todavía corretean por los restos de un inmueble que no podía tener otra ubicación que no fuera Toledo.