«El cambio de la Semana Santa talaverana ha sido espectacular»

C. S. Jara
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«Me encantaría que la ciudad participara más, que crecieran algunas cofradías que son pequeñitas para que no deje de salir ningún paso», asegura la periodista y pregonera de la Semana Santa de Talavera

Blanca Bermejo, periodista y pregonera de la Semana Santa de Talavera. - Foto: Manu Reino

El pregón de la Semana Santa de este 2022 ha sido diferente. Era el que debió celebrarse hace dos años, pero que quedó en suspense por la pandemia. La periodista Blanca Bermejo reconoce que, dos años después, su pregón no ha podido ser el mismo. En todo caso, ha sido especial también por la emoción que le quiso imprimir, con un recorrido muy personal por sus experiencias con la fe y el homenaje a las hermandades que hacen posible la celebración en Talavera, así como al trabajo de la Junta de Cofradías para enaltecerla. En esta entrevista, Blanca Bermejo repasa para La Tribuna cómo vive la Semana Santa: «La fiesta de todas las fiestas».

¿Qué supone a nivel personal ser pregonera de la Semana Santa de Talavera?

Ha sido una de las experiencias más bonitas y emocionantes de mi vida. Lo ha sido previamente, durante la elaboración del pregón (aunque debería decir pregones) y lo ha sido y lo sigue siendo después, una vez pregonado. Los cofrades me han acogido, me han ayudado y me han acompañado durante todo este tiempo con un enorme cariño. La gran mayoría no me conoce pero me han hecho sentirme como una más. Los comentarios que me dirigen a través de otras personas, del teléfono o personalmente, no pueden ser más bonitos. Estoy en deuda, de verdad.

La conmemoración de este año tiene connotaciones muy especiales: dos años sin procesiones, la pandemia, ahora la guerra de Ucrania...

Sí, especiales y terribles. Por eso, entre el texto del primer pregón y el final, hay enormes diferencias. Nuestro estado de ánimo está tocado, la seguridad que teníamos en la vida ha desaparecido porque nos hemos dado cuenta de que, de un momento a otro, las cosas pueden cambiar radicalmente. Lo sabíamos, pero ahora lo tenemos más presente cada día. Un virus que contamina el mundo, un volcán que despierta, las atrocidades de una guerra al lado de casa... Confío en que todo esto no nos desaliente sino que nos lleve a descubrir que se puede vivir con esperanza, que Dios nos espera para hacer nuevas todas las cosas.

Su pregón ha tenido mucho de vivencias y emociones personales, ¿qué ha querido expresar?

Muchas cosas, pero por concretar, te diré que el pregón está sustentado en tres patas: mi fe, cómo vivo yo y he vivido este tiempo litúrgico, el impulso extraordinario que se le ha dado a la Semana Santa talaverana en menos de 30 años y la representación que se hace de este tiempo en las calles, desde las distintas cofradías y en el marco del patrimonio de Talavera, todo de una impresionante belleza.

En Talavera, la Semana Santa ha cambiado mucho en las últimas décadas, ¿qué recuerdos tiene y cómo la ve ahora?

Recuerdo la procesión del Silencio y la Pasión, que eran las únicas que salían. También el Vía Crucis de la plaza del Pan… poco más. No exagero cuando afirmo que lo que se ha logrado en Talavera tiene mucho trabajo y muchísimo mérito. El cambio ha sido espectacular pero se ha hecho con criterio, de manera ordenada y estética. Tenemos que valorarlo y mantenerlo porque es de una extraordinaria riqueza, desde todo punto de vista.

¿Cómo le gustaría que evolucionara?

Me encantaría que la ciudad participara más, que crecieran algunas cofradías que son pequeñitas para que no deje de salir ningún paso. Tenemos ejemplos cercanos, en Extremadura por ejemplo, donde las cofradías también están haciendo un gran trabajo y año tras año se siguen superando.

En Talavera, se ha conseguido una gran participación de jóvenes y niños y eso supone una garantía de continuidad. Pero nos corresponde a todos los talaveranos seguir arrimando el hombro, nunca mejor dicho, en esta hermosa tradición.

Uno de los mensajes que envió en el pregón es que la Semana Santa se puede vivir desde muchos puntos de vista, ¿desde cuáles?

El primero y mejor para mí, sin duda, es desde la fe. Yo contaba que la Semana Santa es la fiesta de todas las fiestas porque es la manifestación de que todos y cada uno de nosotros somos amados hasta el extremo, que tenemos un Padre que nos cuida y que la resurrección de Cristo ha destruido la muerte, todas las muertes. De esto nadie está excluido.

Pero la Semana Santa es tan grande que se puede vivir de otras muchas maneras. Desde el turismo, conociendo una ciudad que tiene un patrimonio monumental y etnográfico enorme, desde la gastronomía, porque también hay una forma propia talaverana de disfrutar de una buena mesa, y por supuesto desde la cultura y la tradición histórica, porque la Junta de Cofradías ha hecho un trabajo maravilloso que permite contemplar un museo al aire libre por la belleza de la imaginería y de los pasos, de la orfebrería y los textiles y por supuesto de la cerámica que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.