Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Riqueza y Estado de Bienestar

16/05/2022

En España sigue teniendo mala prensa la figura del empresario. Es como si en el ADN del español, todo aquel que genera riqueza tuviera que estar vinculado con actividades deshonestas. Quizás todo provenga de cómo ha evolucionado la actividad económica en nuestro país. Hasta bien entrada la Edad moderna, en los reinos que configuraban la Monarquía Española la condición social no venía marcada por la mayor o menor riqueza que se dispusiera, sino por la obligación de contribuir al pago de un tributo, el llamado 'servicio ordinario y extraordinario', estos eran los llamados 'Pecheros', mientras que otros estaban exentos del pago de este, bien por razón del estamento al que pertenecían (nobleza y clero) bien por fuero territorial o por merced real. Así que lógico es pensar cómo veían los pecheros al resto del personal. Hoy en día, Pechar se sigue entendiendo como 'pagar impuestos', y existen algunos impuestos con el nombre de pechos o pechas en Navarra y Aragón.
Pero es que no es hasta el reinado de Carlos III que, mediante un decreto de 1783, el rey aprueba el trabajo manual, permitiendo que aquellos que lo practicaran pudieran acceder a la nobleza, ejercer cargos públicos o empleos municipales. Es a partir de ese momento que los nobles podían trabajar (ya era hora). Es decir, no es hasta el reinado de Carlos III, que en España el trabajar se empieza a considerar una actividad «honesta y honrada», añadiendo que la práctica de este «no envilece la familia ni la persona que los ejerce».
Llevamos pues, poco más de 200 años intentando elevar a la condición de normal, lo que en otros países de nuestro entorno se ha considerado normal desde siempre. Razón suficiente para que las cosas no se vean aquí de la misma manera. Intentar hacer pedagogía respecto a que el Estado del Bienestar está basado en que haya una sociedad activa, que sepa generar riqueza para que se puedan pagar tributos, por todos y pagando más el que más tenga, y que la correcta utilización de estos recursos sirva para que el Estado preste servicios a los ciudadanos y redistribuya las rentas, es una necesidad. Así que, por favor, apoyemos a los que tienen iniciativas que permiten generar riqueza.

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