«No nos sentimos arropados. Las agresiones son más violentas»

J.M.
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El personal del Centro de Salud de Añover se concentra para protestar por las vejaciones reiteradas. El desencadenante fue el ataque al coche de una doctora

«No nos sentimos arropados. Las agresiones son más violentas» - Foto: David Pérez

Prefirió mezclarse entre sus compañeros sin hacer declaraciones. No obstante, la doctora damnificada en la última de un sinfín de vejaciones al equipo del Centro de Salud de Añover de Tajo, sí escuchó a Luis Dotor, el enfermero que ejerció de portavoz del hartazgo del personal sanitario de este municipio de 5.200 empadronados. «Estas conductas execrables no reflejan el comportamiento de toda una población. Son el comportamiento de unos pocos, pero desgraciadamente son a quienes más se les oye. Nos dispensan lindezas del estilo: 'Me voy a presentar allí con una escopeta'; 'A ver si viene un moro y te viola, hija de puta'; 'Dónde está el negro ese del otro día'; 'Esta hija de puta se va a ir a su casa andando'; 'La tía esa que me dio los análisis'», recogió en el manifiesto.

Los daños al vehículo de la doctora evidencian las faltas de respeto al personal sanitario denunciadas últimamente por el sector, al margen de las deficiencias del servicio por la falta de médicos. «El objetivo es una atención sanitaria de la mejor calidad posible», recalcaba el equipo del Centro de Salud, que hacía hincapié en que un médico puede atender a unos 100 pacientes en un día. En jornadas laborales que superan los horarios oficiales. En Añover de Tajo, ha habido una vacante durante el verano; solo dos médicos atendían diariamente, y a veces solo uno.

«La falta de médicos es general en todo el país», precisaba el personal. Una figura, el médico de familia, que renquea en la jerarquía de la medicina. La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria evidenció en mayo su máxima inquietud por las 200 plazas MIR de esta especialidad que quedaron desiertas este año en España. «Ante la situación de grave crisis en la que se encuentra la Atención Primaria en nuestro país, estas renuncias no harán sino agravar aún más la situación de este nivel asistencial», preveía el colectivo.

Ocho días antes de la concentración en el Centro de la Salud, la doctora de Añover de Tajo vio la luna de su coche reventada por un paciente. Solo le había dicho que regresara al día siguiente para cursar una baja laboral. El hombre se presentó a última hora, y aún quedaba gente en la consulta. El presunto autor huyó antes de que se personara la Guardia Civil, que ha abierto una investigación por un ataque que ha removido a todo el personal del Centro de Salud de Añover de Tajo.

También al resto de la sociedad de la localidad sagreña. La concentración congregó a representantes del Ayuntamiento y de la Dirección del IES San Blas, además de a la cúpula de la Gerencia de Atención Primaria de la provincia y a miembros de los sindicatos Satse y CSIF. «No nos sentimos arropados. Las agresiones son cada vez más violentas», censura la delegada del sindicato de enfermería, María Jesús López, quien reclama más seguridad frente al «cambio de comportamiento» de los pacientes agudizado tras la pandemia.

Luis Dotor, el portavoz de sus compañeros en la concentración, enfila ya los 32 años de servicio en el Centro de Salud de Añover de Tajo y reprocha las agresiones generalizadas a los sanitarios. Por ejemplo, la ocurrida este mismo año en el municipio de Chozas de Canales contra una enfermera amenazada con cuchillo-hacha.

Los trabajadores del Centro de Salud de Añover de Tajo, cuyo ayuntamiento reclama la construcción de uno nuevo, atienden a pacientes de esta localidad y de urgencias también a los de los municipios cercanos de Alameda de la Sagra y Pantoja. En total, 12.000 vecinos dependen de esta Zona Básica de Salud.