La Unión Europea ha inyectado la financiación del programa de servicio de comida a domicilio que garantiza de momento a 700 mayores de 65 años (principal público objetivo) la disposición de una comida diaria en sus domicilios. Las plazas están ya cubiertas, dos meses y medio después del inicio, y hay unos 160 aspirantes en lista de espera. La iniciativa está ideada para los vecinos de poblaciones de menos de 5.000 empadronados: 176 de las 204 de la provincia.
La vicepresidenta de Educación, Cultura, Igualdad y Bienestar Social de la Diputación, Ana Gómez, y el director general de Acción Social de la Consejería de Bienestar Social, Francisco Armenta, detallaron ayer la corta trayectoria de este programa que ofrece un menú diario completo adaptado a más de 20 tipos de dietas. También permite la opción de triturado o de fácil masticación. «Estamos muy contentos y orgullosos», subrayaba al respecto Gómez, que confía en aumentar el número de plazas para dar cobertura a la demanda. De momento, menos del cinco por ciento de los favorecidos han renunciado al servicio en estos dos primeros meses y medio.
El 80 por ciento de los beneficiarios del programa tiene más de 80 años, incluso una usuaria suma 103 años. «Supone un paso más en la atención de las personas mayores en su entorno y complementa el servicio de Ayuda a Domicilio que, desde la llegada de Emiliano García-Page al Gobierno regional, en 2015, ha crecido de una manera espectacular», manifestó Armenta, quien puso como ejemplo el incremento de horas del servicio, que han pasado de los 3,3 millones de horas en 2014, a los 5,3 millones de horas actuales.
Los solicitantes deben ser mayores de 65 años con dificultades para la autonomía. También, quienes posean reconocimiento de dependencia con servicio de ayuda a domicilio o discapacitados con la autonomía muy limitada. Excepcionalmente, pueden ser incorporados aspirantes en una situación social extrema. La solicitud se formaliza mediante el ayuntamiento del candidato o, directamente, en la Diputación.
El repartidor visita dos veces por semana los domicilios para entregar los menús a los 700 beneficiarios de 131 poblaciones, adaptados por un nutricionista al estado de salud de los beneficiarios, según padezcan diabetes o sean celiacos, por ejemplo. El coste varía levemente según la comarca de la provincia, pero todos están por debajo de los 3,60 euros. En Toledo Centro, el precio es de 3,07 euros.
La vicepresidenta de la Diputación Provincial resaltaba también que el alcance exclusivo a poblaciones con menos de 5.000 empadronados se debe a que son localidades «más envejecidas y donde es más significativo el problema de la despoblación. Otro de los objetivos es contribuir a la permanencia en sus hogares de las personas mayores y la fijación de población en el mundo rural».