Toledo se acercó esta mañana a Tarancón para compartir su indignación, su pena y su rabia. También para mostrar su solidaridad y denunciar que hay tres niños que se han quedado sin su madre, asesinada por su pareja el lunes. Una víctima más de una horrenda estadística que sigue sumando cifras gracias una violencias de género que sigue siendo «cruel, sangrienta y salvaje».
El Consejo Local de la Mujer se concentró ayer por la mañana en el Parque de la Vega, como lo hace cada primer martes de mes, para visibilizar la problemática y luchar por una sociedad igualitaria, justa, respetuosa y sin violencia de ninguna clase.
«Vivimos en un modelo social que aboga por culparnos en lugar de protegernos. Da igual si tenemos o no hijos, si somos de clase baja o alta, si somos trabajadoras o emprendedoras y además amas de casa, si somos jóvenes o ancianas, da igual nuestro color de piel o la etnia a la que pertenezcamos y da lo mismo si sufrimos alguna discapacidad, todas somos víctimas de violencia, simplemente por el hecho de ser mujeres», recogió el manifiesto elaborado por los sindicatos CCOO y UGT para esta ocasión.
Falta mucho por hacer, como se dejaba entrever en el texto, pero el Consejo Local de la Mujer volvió a poner el acento en la Justicia y solicitó una vez más el juzgado exclusivo de violencia sobre la mujer en Toledo, una reivindicación que sigue sin ver la luz a pesar de la cantidad de asuntos que llegan a los juzgados y consideran urgente y necesaria «para que se haga justicia». A este colectivo no le sirven las excusas económicas. Y lo tienen claro: «Nuestras vidas no se miden en euros», con lo que insistirán en ese juzgado exclusivo «para consolidar el sistema judicial» y permita «actuar en consecuencia».
Las cifras siempre son llamativas. En lo que va de año más de una decena de mujeres ha sido asesinada. Los datos continúan creciendo y dejando un terrible panorama detrás, 1.136 mujeres fallecidas desde 2013, una lista a la que se suman 47 menores y 3.445 niños que se han quedado huérfanos en estos nueve años.
El Consejo Local de la Mujer también apunta otra problemática que incide directamente en la violencia de género, la exclusión social. «La precariedad que sufren muchas mujeres diariamente duplica la violencia que se ejerce sobre ellas, sin oportunidades y sin recursos», que las conduce a trabajos mal remunerados, temporales y en muchas ocasiones sin darse de alta en la Seguridad Social.
El manifiesto también hizo hincapié en esta larga lucha que no está dispuesta a parar para construir «peldaño a peldaño ambientas familiares y laborales que nos respeten». No se pide más, únicamente «los mismos derechos» para todos. Esto último se acompaña de otra importante petición, «las mujeres queremos llegar vivas a casa» y dejar a un lado ese pánico que atenaza cuando se va sola. «No queremos ser asesinadas ni violadas», se apuntó durante la concentración.
Asimismo, la concejala de Igualdad, Ana Abellán, aseguró que la educación es una herramienta fundamental en esta lucha y en su visibilidad, para poner nombre a esa violencia machistas que cuenta «con algunas voces negacionistas» que se empeñan en decir una y otra vez «que la violencia de género no existe, que se trata de violencia intrafamiliar».
Feminismo. El Consejo Local de la Mujer prometió «seguir dejándose la piel para fomentar un mundo igualitario» y acabar con los techos de cristal, la violencia salarial, los estereotipos de género, «la violencia obstétrica y estética». Todos juntos, ellas y ellos dijeron basta a tanta barbarie y animaron a la sociedad a seguir defendiendo el feminismo que lleva a la igualdad real.