Retrasos y pérdidas de productos en las empresas toledanas

Jaime Galán
-

La mayoría de las compañías locales se ven afectadas por el parón de los transportistas. Sin recibir ni repartir mercancía buscan alternativas «imposibles» para beneficiar a sus clientes

Agentes de la Guardia Civil controlando un piquete. - Foto: Yolanda Lancha

Un día más, la huelga del sector del transporte mantiene en jaque a la mayoría de la actividad empresarial del país, sobre todo aquella que está relacionada con el sector primario. Y es que las empresas de la provincia coinciden en el mismo punto, es decir, que están sufriendo las mismas consecuencias. La mayoría no puede recibir las materias primas acordadas, ni puede suministrar lo pactado con los clientes. Esto genera una sensación de incertidumbre y preocupación que, si se dilata en el tiempo, provocará que no se puedan efectuar pagos de facturas, de nóminas a los trabajadores y otros debes, porque auguran «pérdidas incalculables». 

Estas son situaciones de sobra conocidas por lo que está trascendiendo en todo el país, pero para conocerlo de primera mano, compañías locales desvelan algunas de sus experiencias durante estos días sin reparto en las carreteras. 'La abuela Marga' es una empresa de productos cárnicos con sede en Nambroca. Los camiones de esta compañía han sufrido los piquetes violentos de algunos transportistas. Sin ir más lejos, uno de los altercados ocurría el jueves de la semana pasada, cuando su vehículo fue apedreado hace justo una semana. Ante esta situación de crisis, la empresa ofreció a sus clientes que fueran ellos los que se acercaran hasta su sede a recoger los pedidos, ante la imposibilidad del desplazamiento. Al inicio de esta misma semana, al ver que la situación se demoraba, los dirigentes tomaron la determinación de devolver los camiones a las rutas de reparto. Diego Sánchez pertenece al departamento de administración de esta empresa y relata que decidieron reducir los repartos evitando las direcciones «más conflictivas». Diego Sánchez especifica que donde más piquetes se han encontrado es en las carreteras andaluzas o de la provincia de Ciudad Real, mientras que también se han encontrado un obstáculo de estas características en el Polígono industrial de Toledo. 

Una situación similar están viviendo en 'Qualery Culture', marca cafetera con sede en Val de Santo Domingo. Una de sus responsables de marketing, Raquel Ramos, informa de que tienen varios contenedores de café «parados en diferentes puertos por los transportistas». Como alternativa, han optado por subcontratar sus vías de reparto o hacerlo con furgonetas para evadir los posibles obstáculos del camino que se encontrarían trasladar los productos en el camión.

En 'Aceites García de la Cruz' también se han encontrado varios piquetes que les han cortado la circulación, aunque estos «no han sido violentos», según destaca Cristina Gallego-De Lerma, del departamento de marketing. Ella añade que a las circunstancias comunes de la mayoría de las compañías, como las roturas de stock o la escasa recepción de mercancía, hay que sumar el miedo de los conductores autónomos «que temen que les rajen las ruedas o les rompan una luna». Desde esta empresa de Madridejos cifran las pérdidas en torno al 95 por ciento. Pese a que no pueden envasar sus productos, ni introducirlos en línea alguna de reparto, creen que lo peor está por llegar. Cristima Gallego-De Lerma sugiere que «aunque se llegara a un acuerdo mañana mismo para obtener una solución al conflicto,  el problema gordo vendrá cuando se intente encauzar todo, porque va a haber mucha acumulación de mercancía y mucha demanda de camiones con los almacenes de las agencias de transporte hasta arriba. Va a haber retrasos y pérdidas de productos».

Una deriva que, mientras no garantice unos servicios mínimos en carretera, mantiene atados de pies y manos a la logística de las empresas, ya sean locales, regionales o nacionales. Por esto mismo, las diversas empresas trasladan a todas las partes implicadas en las negociaciones la necesidad urgente de acercar posturas.