La denuncia jareña de los clavos trampa

J.M.
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La asociación cultural de Los Alares, pedanía de Los Navalucillos, denuncia la aparición de piezas manipuladas en caminos públicos. «Puede ocasionar accidentes graves», reprochan

La denuncia jareña de los clavos trampa

Un vecino de la pedanía de Los Alares, dependiente de Los Navalucillos, pinchó su vehículo en el mes febrero, en plena recogida de las aceitunas. Se agachó y comprobó que el causante era un clavo manipulado. Ocurrió en un camino de un monte público en la comarca de La Jara, y no fue el único caso. Otro coche sufrió una avería similar en otra zona. «Quien hace eso no está bien», comenta un presentante de la asociación cultural de la localidad, Óscar Lancha, coincidiendo con la segunda edición de la reivindicación de las vías pecuarias y caminos públicos.

Este bombero y técnico de senderos de la Federación de Montaña de Castilla-La Mancha lamenta que haya todavía «descerebrados» dispuestos a causar daño para disuadir del paso por determinados parajes. «Estos clavos pueden ocasionar un accidente grave», censura. Ya sea a conductores, ciclistas o senderistas.

Óscar, junto con unos 40 vecinos de las pedanías de Robledo del Buey, Los Alares (ambas pertenecientes a Los Navalucillos) y Piedraescrita (Robledo del Mazo), participó el pasado día 3 de la reivindicación en defensa de las Vías Pecuarias y Caminos Públicos con una marcha desde cada una de las localidades hasta el alto de El Viezo, en Los Navalucillos. A unos 100 kilómetros, la convocatoria de la Plataforma Ibérica de Caminos Públicos, Ecologistas en Acción y la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada concentró a unos 200 marchadores en Los Montes de Toledo, en un recorrido entre Sonseca, Ajofrín y Mazarambroz

En la cabeza de Óscar, ronda todavía la temeridad de quien esparció clavos manipulados por los caminos públicos de una pedanía localizada en una punta de la provincia, con apenas un puñado de habitantes y lindante con la de Ciudad Real. E imagina el peligro que puede acarrear para los ocupantes de un vehículo de emergencias que pasen por encima de una de estas piezas metálicas y el consiguiente trastorno en la atención del aviso.

De esta manera, reclama la implicación de las administraciones públicas en la vigilancia de estos caminos públicos y apela a los usuarios a que denuncien la aparición de este tipo de trampas. «No lo tenemos que obviar, no hay que normalizarlo. Hay que denunciarlo», subraya.

Precisamente, la provincia, con una creciente red de caminos señalizados por la Diputación, vive un estallido del senderismo tras el confinamiento de 2020 a causa de la pandemia de la Covid-19. «Respetemos al ciclista y al senderista», abrevia Óscar.