En este caluroso inicio de otoño, son muchas las personas que aprovechan para disfrutar de la naturaleza en las distintas zonas de 'Los Pinos', tanto los 'de arriba', en Olías del Rey, como los 'de abajo', en Toledo, parque forestal de Los Gavilanes, y los del otro lado de la A-42. Hay residentes en las urbanizaciones vecinas que acuden casi cada tarde con los niños o a practicar deportes. Pero también son una zona de esparcimiento muy utilizada por los toledanos durante los fines de semana, para ir de camping con los amigos o incluso para celebrar cumpleaños.

Algunos de estos usuarios han comunicado a La Tribuna su enfado por la reciente desaparición de las zonas infantiles en estas zonas, que también eran muy utilizadas, así como algunas mesas de madera. En el espacio de Toledo, por ejemplo, cerca del restaurante de comida rápida, había diversos castillos infantiles de madera, que se han retirado el pasado mes de septiembre. Primero ocurrió en la zona de Olías, donde había espacios infantiles muy deteriorados, y después ocurrió en la de Toledo, donde según los usuarios, estaban todavía en buen estado. «Los han quitado y encima han limpiado las zonas en las que estaban, no han dejado nada y ha pasado un tiempo más que suficiente si los quieren reponer, porque no hay nada; se han cargado un parque fantástico», critican los mismos.

Fuentes de la Consejería de Desarrollo Sostenible, responsable de estos espacios, han explicado que las zonas infantiles no estaban homologadas, se encontraban en mal estado y eran un peligro para los niños. Además, se hallaban dentro de un monte, «no de una zona de parques infantiles».

Enfado en ‘Los Pinos’ por la supresión de las zonas infantilesDesde Filomena. El paso de Filomena y el posterior viento fue devastador para 'Los Pinos'. Dejaron ramas de varios metros caídas y árboles tronchados. El resultado es que los guardas forestales precintaron las entradas de estos pulmones verdes de la ciudad en enero del pasado año, para evitar cualquier accidente. Ramas grandes y pequeñas, ya contó entonces La Tribuna, estaban por el suelo, colgando de sus árboles, o incluso sobre las zonas infantiles.

Desarrollo Sostenible encargó a los técnicos hacer un censo de árboles, para ver el estado de cada uno de ellos y determinar la actuación posterior. La Junta confiaba en que, a pesar de los efectos catastróficos de la nevada, se salvaran la mayoría de los pinos.

La actuación de saneamiento se ha venido desarrollando a lo largo de este año, hasta que a la postre se ha desarrollado una replantación también criticada por los usuarios, «porque plantaron muchísimos árboles en plena ola de calor, y a falta de riego, están todos muertos. Ahora solo quedan sus protectores, vacíos, que suponen un peligro para los niños».