Inserta empleo, una brújula para todas ellas

M.G
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El proyecto 'Mujeres en modo ON' atiende a 146 mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género en la región, la mayoría de Toledo. Inserta asesora, acompaña y traza itinerarios personalizados para conseguir oportunidades laborales

Laura Nieto, técnica del proyecto, y Carlos Hermida, responsable de Inserta en la región - Foto: David Pérez

Cuenta con nosotros. Un mensaje de tres palabras que dice mucho, sobre todo a las mujeres con discapacidad que estén sufriendo o hayan sufrido violencia de género. La ayuda es mutua. Inserta Empleo y Fundación ONCE se vuelcan con ellas a través de un programa de intervención enfocado al empleo, y a cambio ellas muestran lo mejor de sí mismas, «son un ejemplo de resiliencia, están muy comprometidas y agradecidas».

Lo cuenta Laura Novillo, técnico 'compass' (brújula, en inglés) encargada de orientar, diseñar planes de entrenamiento para el desarrollo personal, social y laboral de participantes del programa 'Mujeres en modo ON-VG', una iniciativa de acompañamiento de ámbito nacional, financiada por el Fondo Social Europeo y la Fundación ONCE, cuyo objetivo se centra en en que las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género puedan «recuperar el control de su vida», avancen en su desarrollo personal y se inserten en el mercado laboral a través de ofertas laborales o de oportunidades de emprendimiento.

El proyecto surgió en 2020 después de un largo proceso de observación y estudio que aportó cifras sobre la cantidad de mujeres con alguna discapacidad víctimas de violencia de género, sus necesidades y la escasez de oportunidades de un mercado laboral que no abría puertas. Novillo explica que en este caso se aplica el Convenio de Estambul para evaluar la violencia, con lo que  las aspirantes y participantes en el programa no tienen únicamente que haber sufrido maltrato por sus parejas o exparejas para acceder a la iniciativa, puede haber sido víctima de violencia familiar, del entorno, laboral, de trata, mutilación, etc.

En este caso, en Inserta figuran más de 6.500 mujeres en la bolsa de empleo en Castilla-La Mancha y de este alto número más de 400 son víctimas de violencia de género. Nieto apunta además, que en estos momentos el programa 'Mujeres en Modo On-VG' atiende a 146 mujeres en la región, pero la mayor parte proceden de la provincia de Toledo. En principio, desconoce el motivo, pero alude a la posibilidad de que la oficina de Toledo, en la sede de la ONCEen la calle Reino Unido, lleva abierta más tiempo que  otras como la de Cuenca, por ejemplo, que se ha puesto en marcha este año.

El tiempo es relativo en el proyecto porque cada mujer trae una problemática y unas circunstancias particulares que obligan a los profesionales a diseñar «itinerarios personalizados» de entrenamiento, acompañamiento e intermediación laboral. Al respecto, Novillo explica que una mujer que haya sufrido violencia de género hace años en principio lo tiene más superado y se encuentra más preparada para acceder al mercado laboral que otra que todavía lo esté sufriendo o haya sido reciente. Además, subraya que las mujeres con discapacidad son más propensas a sufrir  violencia de género, una de cada tres según la Fundación ONCE.

También hay que tener en cuenta, que algunas de las mujeres que llegan a Inserta no han tenido nunca un empleo y necesitan mayor apoyo y asesoramiento de cara a entrar en una empresa o a integrarse en un proyecto de emprendimiento.

Las mujeres llegan por distintas vías, a través de los Servicios Sociales de las administraciones, centros de la mujer, colectivos y entidades ligadas al ámbito social. El siguiente paso es la toma de contacto con una técnico 'compass' que informa del proyecto y evalúa las circunstancias personales de cada participante antes de plantear un itinerario específico para cada una de ellas y orientarlas al trabajo en grupo. Laura Novillo hace hincapié en que Inserta no exige ninguna prueba ni documento que acredite que se está sufriendo o se ha sufrido violencia de género, basta con que se firme un documento que refleja que se quiere formar parte del proyecto. 

El último pilar, el del empleo, también se trabaja mediante el asesoramiento, el acompañamiento y  la sensibilización a las empresas con el objetivo «de dar voz» a estas mujeres y que tengan oportunidades de contratación. Inserta suele trabajar con empresas externas. En este caso, Carlos Hermida, director de Inserta en Castilla-La Mancha, mantiene que la región «está muy avanzada porque el mensaje está muy interiorizado en las empresas» y se lleva mucho tiempo trabajando con las administraciones y  el sector privado. Aun así, confiesa «que todavía queda bastante por hacer porque hay mucho desconocimiento» en relación a las personas con discapacidad, un colectivo «que contribuye a la mejora del clima laboral» por el carácter de superación que caracteriza a estos empleados.

En líneas generales, las empresas necesitan probar a contratar a mujeres con discapacidad y víctimas de violencia porque derriban  mitos, comprueban « el enorme capital humano» y el alto grado de compromiso de estas trabajadoras, y repiten, según plantea Novillo. 

En relación a la salud del ámbito laboral, Hermida reconoce que la situación sigue siendo compleja porque la reforma laboral, al margen de   «sus cosas buenas y malas», ha elevado el porcentaje de contrataciones estables, «pero la contratación no es tan alta como antes».

Novedades. Inserta ha dado un paso más en este proyecto incorporando la figura del técnico 'compass' rural con el objetivo de no dejar al margen a ninguna mujer en función del lugar donde resida, sea en ciudades o en pueblos de la región. El proyecto «llega a todos los rincones de Castilla-La Mancha», como destacan Hermida y Novillo, pero desde Inserta piden también que las empresas den «un paso al frente» y ofrezcan más oportunidades laborales a unas mujeres que luchan por su autonomía, por llevar «las riendas de su vida» y olvidar años, meses y días como víctimas de violencia de género.