La restauración vira al espectáculo

SPC-Agencias
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La normalidad pospandémica obliga al sector a agudizar el ingenio para atraer al cliente y ofrecerle una experiencia única

La restauración vira al espectáculo - Foto: Imagen de Freepik

Un restaurante que transmuta a sala de conciertos o una marisquería que se hace viral en Tik Tok por servir las piezas a paladas y en carretilla. Cualquier cosa parece valer para captar la atención de los consumidores, que al recuperar la normalidad tras la pandemia y volver a comer fuera de casa con asiduidad han obligado al sector a agudizar el ingenio para crear experiencias únicas.

Mantener el tráfico será en 2023 uno de los principales retos del ámbito de la restauración, una vez que la nostalgia social y la resaca emocional del coronavirus se han suavizado, como revela la directora de FoodService de NPD España, Edurne Uranga.

«Desde espectáculos a actividades paralelas como el mindfulness que ya desarrollan algunos locales fuera de España, pasando por una decoración cuidada o convertirse en un punto de encuentro son las apuestas que hacen los restaurantes para diferenciarse», añade.

Define así una de las tendencias clave para este año, la búsqueda de nuevos conceptos para pasar de una simple comida al entretenimiento.

Incluso ha surgido el término EatEartainment, un anglicismo que combina los vocablos comer y entretenimiento y que es uno de los grandes puntos donde se mira el sector, entendido como ofrecer al cliente una experiencia completa y transversal que aúna las propias viandas con el espectáculo, el diseño de la sala y el menaje.

De hecho, en la Feria HIP que se celebrará en marzo en el recinto de Ifema, en Madrid, se abordará muy en profundidad este asunto con locales que han apostado por diferenciase de esta manera.

Junto a los clásicos de la capital como el Grupo Larrumba o los pioneros de este concepto como Rosi La Loca o Chambao, compartirán su experiencia el gerente de La Peña, Pedro Avellaneda, un local que ha saltado desde Lorca (Murcia) a la red por su apuesta por servir el marisco en carretillas y el espectáculo que organizan en cada servicio.

Se podrán conocer también experiencias internacionales como el restaurante multisensorial Eatrenalin de Alemania, la unión de arte y gastronomía de Storia d'Amore (Colombia y México) y el caso de la especialidad de la hostelería en lugares concretos como los megayates.

¿Qué dicen los datos?

Según la última oleada del informe de consumo dentro y fuera del hogar de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), el 43 por ciento de los españoles asegura que sale menos a comer por una razón mayoritariamente económica. La inflación y la menor renta disponible de los consumidores por la subida de otros gastos básicos pueden empujar esta tendencia en la que los clientes se vuelven cada vez más exigentes y buscan algo más que comer.

En este mismo estudio, realizado con la colaboración de 40dB, se revela que el cliente español es especialmente curioso y un 35 por ciento responde que valora especialmente que el local cuente con una cocina a la vista, mientras que para el 29 por ciento es importante poder visitar este espacio.

En esta línea, el 33 por ciento considera un plus que el restaurante tenga su propio huerto donde cultivar sus hortalizas, una experiencia que se completa en muchos casos con la posibilidad de conocerlo en primera persona. Además, el 31 por ciento de los consumidores apunta como principal elemento diferencial que el local cuente con música en vivo.

Finalmente, para el 48 por ciento de los encuestados lo que hace que la experiencia de consumo sea especial es el local, lo que impacta cada vez más en su valoración. En este caso, los clientes piden que haya suficiente espacio entre las mesas (74 por ciento), el 71 por ciento valora que haya un ambiente tranquilo, el 61 por ciento se fija en la ubicación y las vistas y el 60 por ciento subraya la luz natural.

Que tengan vistas, azotea, música o un servicio único y especial son los ingredientes que cada vez buscarán más los clientes este 2023 en el que el bolsillo obliga a pensar más cuándo salir a un restaurante, por lo que se espera que la experiencia sea mucho más que comer.