Bolaños, en el punto de mira

Agencias
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El Gobierno admitió en 2020 que las comunicaciones de Pedro Sánchez dependían del departamento que dirigía el hoy titular de Presidencia

Bolaños, en el punto de mira - Foto: ZIPI

El Gobierno se enfrenta a una contradicción en toda regla. El Ejecutivo aclaró en el año 2020 que las comunicaciones del presidente Pedro Sánchez dependían en su totalidad del Palacio de la Moncloa, sin que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tuviera nada que ver.

Así lo plasmó en una respuesta parlamentaria a la diputada de Vox, Macarena Olona, que pedía explicaciones sobre el «rastreo de redes» que presuntamente había puesto en marcha el Ministerio del Interior para proteger al jefe del Ejecutivo durante sus vacaciones.

En su contestación, el Gobierno atribuyó al Departamento de Seguridad de Presidencia del Gobierno la seguridad integral de Sánchez. Este órgano depende de la Secretaría General de la Presidencia, que entonces estaba dirigida por el hoy ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.

Tal y cómo se acentúa en esa respuesta parlamentaria, el equipo del Palacio de la Moncloa era el responsable de la seguridad «integral» del presidente, tanto la física como la relativa a las comunicaciones. Y descarta cualquier participación en este operativo por parte de los servicios del CNI.

«En el dispositivo de seguridad del Presidente del Gobierno no participan miembros del Centro Nacional de Inteligencia», recogía el texto remitido por el Ejecutivo para responder al interrogante que había formulado la portavoz y secretaria general de Vox.

Sin embargo, Olona preguntó el pasado miércoles a Bolaños si era el responsable del móvil del presidente cuando fue espiado en el famoso caso Pegasus y el ministro lo negó de forma tajante.

En su intervención en el Pleno del Congreso, el ministro socialista rechazó tener responsabilidad en la seguridad de los teléfonos móviles del presidente del Gobierno y de varios ministros (Margarita Robles y Marlaska), que sufrieron un ciberataque con el programa de espionaje Pegasus de origen israelí.

Según sostuvo, Presidencia «no marca ningún protocolo de seguridad para ningún Ministerio» y aseguró que el Gobierno tuvo conocimiento de estos hechos a través de informes del Centro Criptológico Nacional y actuaron como un Ejecutivo con «la conciencia tranquila para esclarecer la verdad».

Además, el propio Sánchez atribuyó el cese de la anterior directora del CNI, Paz Esteban, a «un fallo en la seguridad» de las comunicaciones del Gobierno, vinculando su relevo a las escuchas de las que (al menos a tenor de la respuesta parlamentaria) no era responsable.

Sin embargo, tanto el líder del Ejecutivo como la ministra de Defensa, Margarita Robles, evitaron hablar de destitución, aludiendo siempre a «relevo» o «sustitución» pese a que en el BOE viene claramente recogido como un «cese».

PP y Vox también apuntaron a Bolaños como responsable de la seguridad de los móviles del Gobierno y advirtieron que el Ejecutivo «corta la cabeza a quienes no comulgan con ruedas de molino».

Presunta negligencia

El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, terció a su vez en este polémico reconocimiento para subrayar que la respuesta que dio el Gobierno en 2020 señala de una manera inequívoca a Félix Bolaños. «Me alegro que por fin el señor Bolaños reconozca que la presunta negligencia del espionaje a miembros del Gobierno es imputable a él y no a la directora del CNI», recalcó. Para Bal, Sánchez debería haber cesado a Bolaños «y no cortar la cabeza a la directora del CNI».